Hoy hace un año Sevilla perdía a su habitante más ilustre, y puede que una de las más queridas. Doña Cayetana Fitz James Stuart y Silva moría a los 88 años dejando un enorme en su vacío en su familia pero, sobre todo, en la vida del que fue su tercer marido, Alfonso Díez.
Desde que falleció la duquesa, las relaciones entre sus hijos, su viudo y sus amigos han estado en el punto de mira. Rencillas, rencores y desplantes han sido la tónica común entre unos y otros. Algo que, de estar Cayetana viva, le hubiera dado más de un disgusto.
Todos han puesto a un lado sus problemas para recordar a su madre, abuela, esposa y amiga en el primer aniversario de su muerte con una misa funeral que ha tenido lugar en la Iglesia de la Hermandad del Cristo de los Gitanos de Sevilla, donde permanecen parte de las cenizas de Cayetana Fitz-James Stuart. La misa ha tenido lugar a las doce del mediodía y ha sido presidida por su hijo Carlos Fitz-James Stuart, actual Duque de Alba y su hermano, Fernando Martínez de Irujo.
No han faltado ni Fernando Díez, con semblante afectado y muy serio, ni amigos de toda la vida, como Carmen Tello y Curro Romero. Los que sí han causado baja han sido Cayetana y Cayetano, los que eran 'los favoritos' de la Duquesa. Cayetana se encuentra en Estados Unidos y su hermano, el Duque de Salvatierra, se recupera de una operación de estómago a la que se sometió hace unos días. Seguro que, pese a la distancia y su llamativa ausencia en un día tan emotivo, han tenido a su familia y a su madre en el pensamiento.