El próximo tres de agosto se estrena en Netflix el documental ‘Las últimas horas de Mario Biondo', una producción que narra lo ocurrido el 30 de mayo de 2013 en el centro de Madrid, en la vivienda que el cámara fallecido compartía con la periodista y presentadora Raquel Sánchez Silva (50 años). Este año se han cumplido diez años de aquel momento y no parece llamativo que la plataforma, que ya lo ha hecho en varias ocasiones anteriores con casos que han sido igual o más mediáticos que este, se interese por recrear lo ocurrido y condensarlo en una o varias entregas. Lo sorprendente de este en concreto es la forma en qué se ha hecho y la polémica a la que eso ha llevado.
Desde poco después de que el camarógrafo falleciera, entre su viuda Raquel Sánchez Silva, y su familia, sus padres Santina y Pippo y sus hermanos se creó una gran escisión, la presentadora siempre dio por buena la conclusión de la investigación inicial que apuntaba al suicidio, y la familia defendió y ha luchado tanto en España como en Italia, de donde son naturales, por probar que se trató de un asesinato y que él nunca tuvo la intención de quitarse la vida.
En este momento el caso está cerrado tanto en Italia como en España, pero con conclusiones muy diferentes. En España se determinó que Mario Biondo había muerto de “asfixia por sofocación, presumiblemente de carácter suicida” mientras en Palermo el juez instructor cerró concluyendo que se trataba de un homicidio doloso, una muerte causada por parte de terceras personas. Dos escenarios completamente diferentes, pero que han dado cierta paz a la familia, que, durante 9 años, los que tardaron en obtener este auto judicial italiano, no han dejado de pelear por tratar de demostrar que en principio las cosas no se hicieron bien.
Y todos estos hechos previos han culminado en un documental con el que ahora, muchos de sus participantes principales no están de acuerdo. Empecemos por el principio, era otoño de 2022 cuando Óscar Tarruella, criminólogo que ha ayudado a la familia Biondo a recabar todas las pruebas para presentar al juez de Palermo recibe una llamada de un directivo de Netflix que le insta a ayudarle a encontrar productora para grabar un documental sobre el caso, como así se lo explica él mismo a Lecturas.com, pero para su sorpresa, antes de poder hacer las gestiones pertinentes, la plataforma ya se había puesto en contacto Pippo y Santina que además de haber grabado habían firmado un acuerdo de confidencialidad.
“A mí me pareció todo muy extraño, y Santina, que es una mujer muy expresiva, también me hizo entender que hubo varias preguntas que le habían hecho que le parecían tendenciosas”. Poco después se pusieron en contacto con él y accedió a prestar su imagen y lo que sabía del caso para la grabación, pero una vez hecha tuvo la misma sensación que la madre del fallecido, hubo preguntas que le extrañaron, por eso dio un paso más y trato de averiguar quién era la productora encargada del proyecto (apunta que en principio no querían decirle de cuál se trataba) y para su sorpresa no se trataba solo de una, si no de cinco, entre ellas ‘Manguera Films’ en la que había un nombre que le llamó poderosamente la atención; Guillermo Gómez, quién hasta hace poco más de un año había sido representante y fiel defensor de Raquel Sánchez Silva desde que todo ocurrió.
En este momento estalla la bomba, y tanto la familia, como el propio Óscar y los amigos que habían participado envían burofax a Netflix España pidiendo que no se haga uso de las grabaciones en las que aparece su imagen, es más, él mismo criminólogo da un paso más y alude “al directivo que se había puesto en contacto conmigo inicialmente, cuya conversación tengo como prueba y también la de la productora con la que contacté, y que llega a decirme que si no estamos de acuerdo paralicemos el documental, pero eso es algo que no me corresponde a mí” explica contundente. A día de hoy, a menos de 24 horas de que el documenta vea la luz, Óscar afirma, “sé que, si han utilizado nuestras imágenes, porque sé que hay periodistas que ya han visto el documental”, pero eso no quiere decir que no vayan a seguir luchando.
Y además de demandar por haberlas utilizado, ya está moviendo hilos para dar la contrarréplica, “claro que sí, yo estoy moviéndome y en contacto con la familia y hay sobre la mesa diferentes plataformas interesadas en hacer el contra documental, todo eso son cosas que van despacio, tanto en el terreno judicial como en el resto, me siento David contra Goliat, pero no voy a parar de defender nunca lo que creo que es justo, así lo he hecho siempre” confirma, dejando claro, que el casi Mario Biondo no se ha cerrado nunca del todo, ni parece que eso vaya a suceder en un futuro próximo.