Los Bosé no son una familia como las demás. O, al menos, como pensamos que son las familias, que luego cada casa es un mundo. Ni siquiera en los momentos más duros se rinden. Sacan fuerzas de donde no las hay, le dan la vuelta a la situación y consiguen vestir de positivismo cualquier trance, por duro que sea. Estas han sido sus primeras Navidades sin Bimba y, como no, el clan entero se ha reunido para celebrarlo de esa forma que solo ellos saben...
Ha sido un año duro, muy duro. Bimba Bosé nos dejaba a finales de enero tras muchos años luchando contra el cáncer. Su muerte resultaba un mazazo para todos los que, en algún momento, admiramos a aquella mujer que consiguió revolucionar el mundo de la moda. Bimba fallecía a los 42 años y dejaba a su familia consternada. Con todo, los Bosé son capaces incluso de reponerse a un golpe así de tremendo.
Ahora, casi un año después, la familia se ha enfrentado a las primeras Navidades sin la modelo. Una época muy proclive a notar las ausencias, a dejarse llevar por los recuerdos, pero, una vez más, han sacado fuerzas de flaqueza. La familia casi al completo se ha reunido en Brieva, Segovia, para celebrar con el mayor optimismo estas fechas tan especiales. Risas, disfraces y muchas fotografías, tal y como le hubiese gustado a Bimba.
La matriarca del clan, Lucía Bosé, sus hijas Lucía y Paola y los hijos de estas, Olfo y Palito, hermanos de Bimba, e incluso Nicolás Coronado. Nadie ha querido faltar en estos festejos. “Feliz celebración de la vida”, ha escrito el actor en su perfil de instagram. Porque, sí, la vida hay que celebrarla con alegría incluso cuando tenemos muchos motivos para no tenerla. No ha sido un trago fácil pero los Bosé consiguen materializar lo imposible.