Fallece el médico Jesús Candel, Spiriman, a los 46 años

Día triste para todos los que conocieron a uno de los doctores claves de la pandemia, Jesús Candel, más conocido en redes como ‘Spiriman’; donde colgaba sus vídeos alertando de cómo era el día a día en los servicios de urgencia en los hospitales durante los meses más duros del covid-19. El médico fallecía el 13 de octubre a los 46 años en Albolote, Granada, tras llevar dos años enfermo de un cáncer de pulmón; tal y como ha informado el periódico Ideal.

Su manera de contar las cosas, tan vehemente, sin medias tintas y descarnada, le convirtieron en todo un fenómeno en las redes sociales. La popularidad de ‘Spiriman’ se disparó al llegar la pandemia, puesto que su posición en los servicios de urgencias de un hospital granadino le convertían en uno de los testimonios más valiosos sobre la realidad de los pacientes. Llevaba años usando Twitter y Instagram para denunciar la precariedad a la que se enfrentaban los profesionales de la salud, y con el covid-19 este altavoz subió de decibelios y llegó a todos. Las primeras semanas de la pandemia las pasamos escuchándole preocupado, alertando de la peligrosidad del virus y asegurando que no era solo una ‘gripe’. Pedía que nos cuidáramos, que extremásemos las precauciones y que no nos expusiésemos de forma innecesaria, que ‘el bicho’ estaba haciendo estragos. Él lo veía en las interminables guardias que le tocó realizar.

Tan solo unos meses más tarde, le diagnosticaron la enfermedad que lo cambió todo. En agosto de 2020, se le detectó cáncer de pulmón con metástasis. Empezó entonces las sesiones de quimio y su lucha por salir adelante. Tras haber vivido varias recaídas, el 13 de octubre del 2022, dos años más tarde, el doctor más famoso de las redes sociales, casado y con hijos, ha fallecido por complicaciones de la enfermedad.

Ha muerto Spiriman, tras dos años luchando contra un cáncer de pulmón

El proyecto con el que su legado sigue adelante

Guerrero incansable, dedicó este último par de años a poner en marcha diferentes unidades de pacientes oncólogicos, abordando la enfermedad en conjunto y desde diferentes frentes, que incluían la fisioterapia, la psicología, así como la nutrición y el ejercicio físico. Candel tenía muy claro que alguien a quien se le diagnostica la enfermedad no solo necesita quimioterapia y radioterapia, sino que también tiene otras necesidades; y a todas ellas quiso dar respuesta a través de la Fundación UAPO.

"Aún no te deberías ir, nos queda tanto por hacer juntos y por ayudar a tantos que no sé si voy a poder hacerlo sin ti”, le escribe su compañero en la fundación en una emotiva carta publicada solo unas horas después de su muerte. “¿Cómo quieres que este a tu altura? Todo lo que hemos pasado juntos no se puede describir en unas líneas, tu fuerza, tu coraje, tus ganas de vivir, tu amistad, tus ganas por ayudar, y por qué no, los cojones que le has echado a la vida”. Además, le promete que su legado seguirá en activo y que, de este modo, no se perderá todo lo luchado y todo lo ganado.