Las facetas menos conocidas de Maribel Verdú: de su sólido y duradero matrimonio a su amistad con la reina Letizia

La veterana actriz cuenta con cuatro décadas de trayectoria profesional a sus espaldas. Suma un reto más como presentadora de los próximos Premios Goya en Granada

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Maribel Verdú
Gtres

Maribel Verdú (54 años) es una de las actrices españolas más reconocidas. Los dos Goya a Mejor Actriz Protagonista, los dos Ondas y el Premio Nacional de Cine 2008, entre un sinfín de reconocimientos, la avalan. O las cuatro décadas que tiene a sus espaldas de trayectoria profesional en las que ha hecho de todo (y bien): cine, teatro, televisión, drama, comedia... No se le resiste ningún papel.

Su primer casting lo hizo para la serie ‘La huella del crimen’. Desde entonces, ha trabajado en más de 80 películas, una veintena de series de televisión y una docena de obras de teatro. Si hay un título que la que escribe recuerda con especial cariño es 'El laberinto del fauno'. Está a punto de sumar un nuevo reto a su extenso currículum: presentar la gala de los Premios Goya. Lo hará el próximo 8 de febrero en Granada junto a Leonor Watling (49 años). 

Se inició en el mundo de la interpretación con apenas 13 años cuando un señor a la puerta del colegio le preguntó si quería ser actriz. "Siempre me disfrazaba: en el barrio, en el cole. Y no solo me hacía yo misma los trajes, los interpretaba. Mis compañeras siempre me elegían para dirigir las funciones de fin de curso. Como leía tanto… ‘Los Entremeses’ de Cervantes me resultaban muy divertidos", contaba en una entrevista en Vanity Fair.

La mayor de las tres hijas de Gregorio Verdú, vendedor de coches, e Isabel Rollán, ama de casa y modelo, nació en Alcorcón, un barrio obrero al oeste de Madrid. Se crió en el aburguesado Argüelles, donde se instaló en la casa de sus abuelos.

Creció entre libros y con aspiraciones de convertirse en presentadora de televisión o en piloto de rallies, pero llevaba la interpretación en la sangre. Nunca fue de muñecas, pero sí del Super Cinexin, el proyector con el que crecieron los niños de los años 80. "Si el padre de una de mis mejores amigas, Nuria, que era ebanista, nos regalaba unas pistolas de madera, que en lugar de usar para jugar, yo las usaba para imitar a ‘Los ángeles de Charlie’ por el pasillo de casa", admitía.

Maribel Verdú
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Su abuela Isabel, su principal apoyo en sus inicios

En su familia no sentó nada bien que quisiese hacer carrera como actriz: "Fui a mi primera prueba con mi madre prácticamente a escondidas. Mi padre le dijo: ‘¿Dónde vas a llevar a tu hija?’. ‘A hacer lo que le apetece y lo que le gusta’, respondió ella. Excepto a mi abuela Isabel, que me protegió y me apoyó siempre, a los demás no les pareció nada bien. Para que no se preocupase, Verdú le contaba a su abuela que en las escenas de besos colocaban un vidrio entre los labios de los actores". 

No tardó en despuntar en una industria en la que perdió antes la virginidad que en la vida real: "Ojalá hubiese existido la figura del coordinador de intimidad en mis 40 años de profesión. Que en las escenas de sexo todo hubiese estado pactado por escrito y a ellos se les hubiese visto exactamente lo que a mí. Que les hubiesen echado un espray para el aliento. Lo he pasado tan mal, tantas veces".  

Uno de los momentos más difíciles de la carrera de Maribel Verdú

Denunció por acoso sexual a uno de sus compañeros de ‘El sueño de Tánger’. Lo contó en ‘Planeta Calleja’ en 2021. Cuando pasó, solo lo supieron sus padres, el equipo y, por supuesto, su buen amigo, el director Ricardo Franco. Le recuerda con mucho cariño y nostalgia. Fue su papá en el cine.

Tardó mucho en hacer público aquello, pero se siente muy orgullosa de haberlo hecho para ayudar a que no vuelva a pasar en esta industria en la que aún le queda mucho por ofrecer.

No tiene pensado jubilarse: "No, porque no puedo. Si tuviera el dinero suficiente en unos años diría: 'Se acabó'. Me iría a mi casa de la playa tan a gusto, pero me temo que no va a ser posible, cariño", admitía.

Casi una treintena junto a Pedro Larrañaga

La fortuna también la ha sonreído en lo personal. Acaba de celebrar sus bodas de plata con el productor teatral Pedro Larrañaga, hijo de los actores Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo, y hermano de los también intérpretes Luis Merlo y Amparo Larrañaga. "Me muero por mi chico. El secreto de nuestro matrimonio es el amor y el respeto absoluto. No haber dicho nunca nada de lo que me pueda arrepentir porque las palabras son como los huevos: una vez que se caen, no hay manera de recomponerlos. Y reírnos mucho. Disfrutar juntos. Es la persona con la que más me gusta estar”, confesaba.

Maribel Verdú y Pedro Larrañaga
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Conforman una de las parejas más sólidas del mundo del cine y también de las más discretas. Sus caminos se cruzaron gracias a su cuñado, Luis Merlo. "Estaba haciendo ‘Canguros’ con él y estaba leyendo un guión donde había muchos personajes. Me enamoré de la pelirroja y le dije que quería hacerlo. Me contrataron, lo hice y me enamoré", explicaba en ‘Planeta Calleja.

Solo tardaron un año en pasar por el altar. El 2 de septiembre de 1999 se dieron el 'sí quiero' en una ceremonia civil que celebraron en un chalet en una urbanización madrileña de La Moraleja. Y eso que no entraba en sus planes. "Desde que era muy pequeña he tenido claro que no quería llevar una vida convencional. Que no quería casarme, ni tener hijos, ni ir el fin de semana a los centros comerciales, de hacer la vida que quizás he tenido a mi alrededor", confesaba en una entrevista para 'El Economista'.

Maribel Verdú y Pedro Larrañaga
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Pedro Larrañaga la conquistó desde el primer día: "Cuando lo conocí, hacía cinco películas al año, porque lo que quería era salir de mi casa. Pero desde que estamos juntos, lo que me gusta es disfrutar de la vida con él". Se les ha podido ver juntos en photocalls, eventos y también en escapadas. En alguna de ellas, las veraniegas, se ha podido ver tambi��n el tatuaje que Maribel tiene en su abdomen: un pingüino, uno de sus animales favoritos.

Es tal el amor que se profesan que llegaron al acuerdo de no pasar más de dos semanas sin verse y así lo han cumplido desde que se conocieron: "Es la persona que hace que la vida sea mejor, más fácil, más divertida y más de verdad. Es mi marido, mi cómplice, mi mejor amigo, mi amante", son algunas de las palabras que le ha dedicado la actriz. En lo que no ha querido cambiar de parecer es en el hecho de tener hijos. Sí tiene uno él, fruto de una relación anterior.

Mucho antes de conocer a Pedro Larrañaga, Maribel Verdú mantuvo una relación con el director de cine Antonio Giménez-Rico, 33 años mayor que ella. Después conoció al operador de cámara Pablo Hernández, con quien estuvo seis años.

Las gemelas Carlota y Marina, sus grandes apoyos

Está tan unida a su marido como a sus hermanas, las gemelas Carlota y Marina. Con ellas se lleva cinco años. A diferencia de Pedro Larrañaga, es habitual que sean protagonistas en sus redes sociales. Tienen una gran conexión desde que eran bien pequeñas aunque es cierto que sintió muchos celos cuando nacieron: "Fui la primera nieta, la primera sobrina, la primera hija. De repente, nacieron mis hermanas y toda la atención se desvió hacia ellas". Su relación es aún más fuerte ahora que Marina sufre cáncer, tal y como ella misma compartió, narrando sus sesiones de quimio y avances médicos.

Además, en el círculo de amistades de Maribel Verdú se encuentra la mismísima reina Letizia. Comparten generación, inquietudes y alguna que otra cena. Sus encuentros viene de tiempo atrás. En 2009 ya se supo que Letizia acudió al Teatro Compac para ver 'Un dios salvaje', una obra en la que Maribel trabajaba junto a Aitana Sánchez-Gijón y Antonio Molero. Tras las representación, la reina se reunió con parte del reparto para compartir un aperitivo. 

La actriz también se codea con otros rostros conocidos como Eugenia Martínez de Irujo, Jorge Sanz, José Coronado, Ariadna Gil, Aitana Sánchez Gijón, Cayetana Guillén Cuervo, Natalia Verbeke, Aura Garrido y Emma Suárez.