Carolina Marín (31 años) sabe lo que es enfrentarse a vicisitudes en la vida. Como jugadora profesional de bádminton que es, la onubense ha tenido que hacer muchos sacrificios para llegar a lo más alto en el deporte con hitos como el oro olímpico en Río 2016. "En el documental se va a ver reflejadas muchas cosas que la gente no se puede llegar a imaginar y que lo vean en imágenes dice mucho. Siempre he dicho que las medallas son muy bonitas, pero que lo complicado es el camino para conseguirlas. El día en que me haga la pregunta sobre si me compensa será para colgar la raqueta", afirmaba la deportista en una entrevista con El Correo sobre el proyecto biográfico que Amazon Prime Vídeo hizo sobre su vida: ‘Carolina Marín: Puedo porque pienso que puedo’.
Como reconocía, la vida del deportista es muy sacrificada. "No todo el mundo es capaz de llevarla a cabo durante mucho tiempo. Hay gente que se rinde antes y no aguanta, pero yo me siento afortunada porque encima soy lo que me gusta ser y disfruto con ello, ¿qué más se puede decir? Ahora bien, es cierto que esto es la parte bonita. La parte que hay detrás, la menos bonita, tiene esos sacrificios, tantas cosas a las que hay que decir que no, pero una cosa lleva a la otra. Pese a todos los sacrificios a mí me compensa y me merece la pena".
Uno de los peores momentos de su vida profesional fue cuando se lesionó las dos rodillas tras su histórico éxito en los Juegos de Río. Tuvo que perderse la cita en Tokio y llegó a pensar que jamás volvería a competir al más alto nivel. Con lucha y mucho sacrificio está hoy disfrutando sobre las pistas de los Juegos de París, donde hace unos días se impuso a la suiza Jenjira Stadelmann ante la atenta mirada orgullosa de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Este martes, a las 14:00h, tiene otra cita ante la irlandesa Rachael Darragh.
Carolina Marín se enfrentó a los peores meses de su vida
La Premio Nacional del Deporte Reina Sofía, en 2014, y Premio Princesa de Asturias de los Deportes, en 2024, ha tenido también que luchar y superar tragedias en su vida personal. Su padre, Gonzalo Marín, sufrió en 2020 un accidente laboral por el que sufrió un traumatismo en la cabeza. Falleció cinco meses. "Creo que han sido los peores meses de mi vida, no se los deseo ni a mi peor enemigo. Por la situación que he tenido, y el problema personal de mi padre, he tenido que estar todos los días en el hospital con él. Momentos muy duros al límite de las emociones", explicaba la jugadora de bádminton en una entrevista.
Siempre la apoyó en sus aspiraciones deportivas. Le acompañaba en todos sus partidos y era quien le animaba desde la grada tanto en sus éxitos como en sus derrotas. Fue su gran apoyo y el mejor padre del mundo. "Feliz cumpleaños al mejor padre que se puede tener. Siempre apoyándome en todos los momentos y teniendo su cariño allá donde esté. Que sigas cumpliendo muchos más, papi. ¡Te quiero!", le dedicó en sus redes sociales junto a una fotografía de ambos.
Gen Esteban San Millán, el otro gran apoyo en la vida de Carolina Marín
La graduada en Fisioterapia y Dietética y Nutrición siempre tendrá en su memoria a su padre, pero puede estar orgullosa de tener a otro hombre importante en su vida: su pareja, Gen Esteban San Millán. Se trata de un joven atleta que está inscrito en el equipo de atletismo de la Real Sociedad y del que poco más se sabe. Conforman una pareja de lo más discreta y recelosa con su vida personal.
La deportista no habla de él y son contadas las ocasiones en las que presume de su pareja en sus redes sociales. Algo extraño teniendo en cuenta que hace buen uso de ellas y se ha convertido en una usuaria muy activa en TikTok, donde aparece bailando constantemente Cuenta con más de 134.000 seguidores.
La primera vez que publicó algo sobre su pareja fue para presentarlo a sus seguidores por el día de San Valentín en 2023, pero no se conoce la fecha exacta del inicio de su romance. Sí se sabe que el pasado año decidieron dar un paso más al adoptar conjuntamente a un perro abandonado, aunque tristemente falleció a los pocos meses. Gen Esteban San Millán, totalmente integrado en la familia de Marín, es su gran apoyo en las pistas. Siempre está a su lado para disfrutar de sus éxitos deportivos y acompañarla en sus decepciones.