Seguro que sus hijos llevaban tiempo reclamándoles un perrito y, por fin, Fabiola Martínez ha accedido a sus deseos. Desde este fin de semana, ya corretea por la casa un precioso cachorro de shiba inu, una raza japonesa muy parecida al akita, pero de menor tamaño.
Y para presentarnos al nuevo miembro de la familia, es el propio Carlitos, el hijo menor de Bertín y Fabiola, quien, muy orgulloso, posa con Drako, el nombre que han elegido para el can. "La familia crece", escribe Fabiola.
Desde que Bertín y Fabiola decidieran hacer pública su ruptura, tras 20 años de unión, 14 de matrimonio y dos hijos maravillosos, la vida de la familia se ha visto trastocada. Bertín se trasladó a su finca de Sevilla, aunque visita de manera regular a los niños, mientras que Fabiola se quedó en la casa de Madrid, que el matrimonio alquiló para estar cerca de los médicos y terapeutas que atienden a Kike. Una casa de estilo moderno y funcional que todos hemos podido ver en los programas de 'Mi casa es la tuya', que dispone de un espacioso jardín por el que Drako se lo pasará a las mil maravillas.
Fabiola explicó que sus hijos sabían perfectamente que sus padres atravesaban una grave crisis sentimental, pues los veían discutir con frecuencia. Es obvio que un cachorro no sustituye en ningún caso el impacto provocado por la ruptura de unos padres, pero sí puede minimizar el dolor. El amor y la lealtad de un perro hace que muchos problemas sean mucho más llevaderos y Carlitos y Kike están muy felices con Drako. Y si hay algo que para Bertín y Fabiola es primordial es la felicidad y el bienestar de sus hijos, ya sea con sus padres bajo el mismo techo o a kilómetros de distancia.