Fabiola Martínez sorprendía a todos hace unos días con una terrible confesión. Según desvelan las primeras pinceladas del libro que ha escrito sobre su vida y que verá la luz en febrero, la ex de Bertín Osborne sufrió “desde los cinco años abusos sexuales. Un trauma que la sigue acompañando a día de hoy”. Así lo revela la sinopsis de ‘Cuando el silencio no es una opción” y así lo apuntó ya en Lecturas Fabiola hace tan solo unos meses, en una de sus entrevistas más sinceras. En nuestras páginas, la modelo recordaba su dura infancia en Venezuela y el infierno que vivió al lado de una expareja que acabó en la cárcel condenado por abusar de una de sus hijas.
“Mis padres siempre se esforzaron mucho, pero la situación no era fácil”
“Fui una niña a quien le robaron su infancia y que tuvo que aprender a ser fuerte demasiado pronto. Guardé en secreto un drama que me llenó de dolor y me marcó para siempre”, cuenta Fabiola en su libro. Un dolor que ya compartió en Lecturas, donde aseguró entonces que le atemorizaba recordar algunos episodios de aquella dura infancia que vivió en Maracaibo, su ciudad natal. Allí, Fabiola creció en el seno de una familia humilde de pocos recursos y eso marcó su carácter. “Vivíamos en Maracaibo, en casa de mi abuela, y allí no teníamos ni agua. Mis padres siempre se han esforzado mucho, pero la situación no era fácil. Yo era muy pequeña, pero era la mayor de todos los primos por parte de mi madre. Desde pequeñita he sabido cambiar pañales, dar biberones, bañarlos... Esas cosas te van curtiendo”, contó en Lecturas.
“He cuidado de mi hermano desde pequeñito”
Ser la mayor y tener que ocuparse de tareas que no le tocaban por edad, fue duro pero, tal como reconoció en nuestras páginas, aquello la ayudó a madurar. “Mi padre hacía un poco de todo, trabajaba con la madera, porque mi abuelo tenía un aserradero, viajaba mucho y mi madre lo ayudaba. Y durante mucho tiempo nosotros estábamos solos, yo he cuidado de mi hermano desde pequeñito. Mi madre llegaba y preguntaba si los platos estaban limpios. Con la excusa de que así aprendes a hacer de todo desde muy pequeña. ¿Qué me dio todo eso? Seguridad en mí misma. Que mis padres no me sobreprotegieran en un entorno duro hizo que yo, desde pequeña, tuviese carácter y personalidad, y me rebelara ante algunas cosas”, nos contó.
“Tuve que aprender a defenderme”
Pero ningún niño ni ninguna niña está preparada nunca para afrontar lo que la vida tenía preparado para Fabiola. “Hay cosas que pasan y de las que no se habla lo suficiente, cosas que les pasa sobre todo a las niñas, que te toquen o que alguien se tome ciertas atribuciones que no le corresponden. Yo siempre he sido muy delgada, muy alta, me molestaban mucho y en muchas situaciones y tuve que aprender a defenderme”, contó en nuestra revista recordando aquellos años.
“Tengo que volver a abrazar a aquella niña”
Aquello pasó y quedó en el recuerdo de la modelo, que ahora ha decidido empezar a sanar compartiendo en su libro aquella pesadilla. “Ha sido difícil, porque un trauma como este lo que hace es alejarte de ti, te disocia. Tú desconectas de la niña, de la adolescente, pasas por un proceso. Yo a día de hoy solo me veo como soy yo ahora, pero yo no soy solo ahora. Ese es el proceso más complicado, volver otra vez a abra- zar a esa niña, reconciliarme y sanar”, ha contado Fabiola, que lleva casi un año yendo a terapia con la famosa psiquiatra Marian Rojas Estapé.
Puedes leer al completo la entrevista de Fabiola Martínez para la revista Lecturas en el último número de nuestra publicación. Ya en el kiosco y en Amazon.