Fabiola Martínez es una mujer entregada en todo lo que hace. Desde que se separó de Bertín Osborne, hace algo más de un año, Fabiola Martínez ha querido reivindicarse como una mujer autosuficiente, que no se conforma con ser "la ex" de nadie. Además de trabajar para mantenerse, Fabiola Martínez sigue al frente de la fundación y se ocupa de sus dos hijos, Kike, un chavalote con necesidades especiales que ya tiene catorce años, y Carlitos, de doce, que ya comienza a sentir las lógicas inquietudes de cualquier adolescente. También estaba estudiando un máster, pero lo ha tenido que dejar porque no llegaba a todo. Fabiola es humana.
La venezolana ha concedido una entrevista a la periodista Beatriz Cortázar en la que, precisamente, habla de la adolescencia de sus hijos. "Me preocupa como a cualquier madre, la preocupación por los hijos es inherente. Así que estaré preparada y alerta para ayudarlos cuando me necesiten", ha declarado Fabiola, que añade una curiosa reflexión que le hizo su hijo menor. "Carlos hace unos días me habló de una reflexión. Me dijo: 'Mamá, los padres no pueden ser amigos porque si son amigos dejan a sus hijos sin padres', y yo le respondí que ese equilibrio es lo más difícil".
Fabiola y Bertín discutían a todas horas, según han confesado ellos mismos, durante su matrimonio, pero ahora que están separados son buenos amigos porque saben que es lo mejor para sus hijos. "Ninguna ruptura es dulce, pero si hay cariño y respeto eso prevalece. Ambos hemos puesto mucho de nuestra parte para sacar lo mejor".
No quiere ser una mantenida, como ha dicho en muchas ocasiones. "Creo que es sentido común. Él se ocupa económicamente de los gastos de los niños, que son lo más importante, y de mí ya me ocupo yo y me siento muy orgullosa de ello".