Fabiola Martínez (50 años) está viviendo uno de los años más polémicos. La que fuera mujer de Bertín Osborne, que aseguró hace unos meses que haber estado casada con el cantante todavía le sigue limitando a día de hoy, ha vivido este año algunos momentos tensos tras su inesperada salida de 'Y ahora Sonsoles' o con las últimas informaciones que revelarían que su ex le habría engañado con varias mujeres cuando estuvieron juntos. Sin duda una complicada situación que le hace necesitar una válvula de escape y por la que Lecturas le ha querido preguntar. "Llorar de vez en cuando. Permitírmelo. Al final vas entrenando tu actitud. Hay días malos y hace mucho tiempo no me permitía llorar, y eso pasa factura a nivel de salud física y mental. Así que de vez en cuando me lo permito, igual que hago curas de sueño, porque yo duermo con mi hijo, que tiene crisis epilépticas por la noche. Hay veces que pasamos malas noches. Cuando puedo, me hago cura de sueño o de llanto", ha explicado a nuestra revista.
Demostrando ser siempre una de las mujeres más valientes y que más se implican con su familia, Fabiola tiene claro que día a día vive sus "propias batallas con el cuidado de sus hijos". "Mi reto es casi a diario. Hay momentos que te planteas si hay otros medios para poder facilitar la labor diaria, que llega a ser agotadora", ha confesado. Pero no solo eso, la exmujer del que fuera concursante de 'Mask singer: adivina quién canta' ha revelado cuáles son los momentos que peor lleva. "Los ratos que le ducho me cargan la espalda. Son muchas cosas que acaban afectando a la salud física", ha añadido. Además, Martínez ha expresado que tiene que estar siempre con los cinco sentidos activados por lo que pueda pasar, situaciones que pueden complicar todavía más su día a día. "Los retos son diarios, a veces te das cuenta de que no mastica bien y te tienes que plantear qué le pasa, tienes que estar pendiente, tienes que revisar y eso es todos los días. Es lo que tiene ser cuidador, vives para que esa persona esté sana y esté bien", ha relatado.
Además, Fabiola Martínez aprovechó esta charla con nosotros para hablar sobre sus nuevos proyectos profesionales e importantes cambios que han marcado su rutina. A comienzos del nuevo curso televisivo, se pudo saber que no iba a continuar su colaboración en 'Y ahora Sonsoles'. Ella misma confesó a Lecturas los motivos de esta decisión que ha marcado su futuro en la pequeña pantalla. "El programa ahora requería más implicación y era incompatible con un nuevo proyecto profesional que me ha salido y que llevo tiempo esperando", nos contó muy feliz por la nueva etapa laboral que ha comenzado lejos de la televisión.
Los dos puntos que marcaron la relación de Fabiola Martínez y Bertín Osborne
Volcada en sus dos hijos y en sus proyectos profesionales, la venezolana puede afirmar que está atravesando un momento de calma, aunque de forma inevitable se ha visto salpicada por las últimas polémicas de su exmarido, que se convertirá en padre de nuevo en poco más de un mes junto a Gabriela Guillén. "Si yo estuviera enamorada todavía y me enterara de que me ha podido poner los cuernos durante nuestro matrimonio, me dolería muchísimo", confesó en su última exclusiva bomba en Lecturas, en la que la exmodelo y colaboradora de televisión se abrió en canal como nunca respecto a todas estas polémicas.
La modelo aseguró también que no es una mujer "sumisa" y que siempre ha marcado ciertos límites,. De hecho, hace unos meses que confesó las dos situaciones que marcaron un antes y un después en su historia de amor de más de dos décadas. El primer episodio tuvo lugar momentos antes de su boda. Fabiola reveló a Lecturas que se dieron el 'sí, quiero' porque ella quería formar una familia junto al presentador: "Le dije: 'Solo me casaré para ser madre, si no, seguimos como estamos'. Él me dijo que no quería ser padre otra vez, pero luego lo sopesó. Me dijo que no me podía pedir que renunciara a ser madre", nos contó.
La segunda situación tiene que ver con su lugar de residencia. Martínez le dejó claro que ella quería vivir en Madrid mientras que Bertín se negaba a dejar Sevilla: "Él me dijo que ni de coña y entonces dije: 'Pues nos separamos'. Esa primera grieta importante es cuando yo obligo y fuerzo a Bertín a venirse a Madrid. Y ahí empezamos a hacer caminos distintos", recordó con mucho pesar y dejando al descubierto los altibajos a los que han hecho frente durante su relación.