A pesar de que su matrimonio con Bertín Osborne se haya roto, Fabiola Martínez ha vuelto a demostrar el cariño y la buena relación que mantiene con las hijas mayores de su exmarido. Este martes, la modelo ha compartido acto con Eugenia Osborne, hija mediana del presentador, que ha supuesto su reencuentro público, después de que no asistiera a la boda de Claudia Osborne. Una presentación de emociones intensas por las conmovedoras experiencias personales que han compartido, y en la que ambas mujeres se han dejado llevar por los momentos revividos. Eugenia Osborne ha mostrado su lado más vulnerable, cuando ha recordado la durísima perdida de su hija. Fabiola Martínez ha estado muy pendiente de ella en todo momento, consolándola y arropándola al abrir unas heridas que no se cerrarán nunca.
Las lágrimas caían por las mejillas de Eugenia Osborne durante un acto patrocinado por Dodot, del que ella y Fabiola Martínez son embajadoras. La hija de Bertín Osborne revivía un doloroso episodio del pasado: el momento en el que le comunicaban que una de sus mellizas prematuras no sobrevivía, y largo y desgarrador proceso de duelo. “No es una parte que quiera olvidar, pero intento no pensar en ello. Me remueve mucho. Fue un mazazo brutal. Yo tenía dos niñas y mucho miedo. Volver a casa con las manos vacías fue una tristeza que aún recuerdo como si fuera esos días”, confesaba llorando.
La sala se quedaba en silencio mientras daba a conocer su durísimo relato y Fabiola, a su lado, la arropaba cogiéndola de la mano, muy pendiente en todo momento de la hija de su exmarido, y continuando con la presentación cuando la emoción no dejaba a Eugenia. “Kike medía solo 32 centímetros. (...) Han pasado 14 años desde el nacimiento de Kike y aún recuerdo a mi chiquitín. Mi prematuro de veintinueve semanas está enorme. Hoy le he hecho una foto. Es algo que no te esperas", contaba la modelo venezolana.
Tras los gestos de cariño y consuelo de Fabiola, Eugenia, que se ha separado este año de Juan Melgarejo, ha seguido contando su testimonio, concentrándose en su hija Sandra, que ahora tiene ocho años y de la que no puede estar más orgullosa: "Nació con 650 gramos. Está fenomenal, muy madura para su edad, le encanta leer... me pide una hermanita".