EXCLUSIVA | Así habló Terelu Campos del cáncer antes ‘Supervivientes 2025’: "Me dijo la doctora que me iba a sentir como si me hubiera pasado un AVE. Me pasaron dos"

Terelu Campos se sometió a una doble mastectomía en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en 2018. La presentadora, que ahora concursa en ‘Supervivientes 2025’, se sinceraba con la revista Lecturas. Día y medio después de la intervención, la hija de María Teresa Campos habló en exclusiva para esta publicación. Sus primeras declaraciones, nada más salir de la UCI, dan la medida del sufrimiento físico que padece, a pesar de que los médicos consideran que su recuperación es satisfactoria.

Después de que la presentadora se sincerase desde Honduras sobre el duro trance que vivió, recuperamos la que fue su primera entrevista después de haberse sometido a la dura intervención. Un relato desgarrador que evidencia el sufrimiento que la presentadora pasó en aquel momento y que todavía siente.

Terelu, ¿cómo te encuentras?
Hoy empiezo a ser un poco persona, lo he pasado francamente mal. He pasado el dolor más horrible del mundo. Tengo que dar las gracias porque he estado en muy buenas manos, pero esto hay que pasarlo y vivirlo en primera persona. Es difícil de explicar. 

Estás tranquila gracias a tu equipo médico de siempre y porque ha sido en tu hospital. Era fundamental esa confianza con el equipo que lleva años conmigo. Han hecho todo lo posible, aun sabiendo que era una operación larga y sobre todo muy compleja. 

Ahora toca recuperarse. 
Poco a poco. Me dijo la doctora que el primer día me iba a sentir como si me hubiera pasado el AVE por encima. No se equivocó, y si no me pasó uno, me pasaron dos. He sabido siempre lo que me iba a ocurrir, lo que pasa es que no eres consciente. Tienes la esperanza de que sea un poco menos, y luego te das cuenta de que hay una realidad, y de que es como ellos te han dicho, que no te han engañado.

Terelu Campos visibiliza la lucha contra el cáncer de mama.

Lo que te traumatiza es la operación en sí.
Sí, me da miedo el quirófano, tantas horas de operación –son unas diez horas–, pero ya se verá. Todo es orientativo, en este tipo de intervenciones tiene que entrar un especialista y hacer la mastectomía y luego otro reconstruye el pecho. Sé que la jefa de cirugía plástica, la doctora Carmen Cárcamo, va a estar ahí desde el primer momento, quiere ver qué le dejan porque le toca a ella la reconstrucción. Para mí era importante que se hiciera todo en la misma intervención. No me meto en quirófano sin el doctor Luís Muñoz, que es el jefe del servicio de anestesiología de la Fundación Jiménez Díaz. Él es quien me va a mantener viva. 

Después del quirófano, pasarás a la UCI.
Estaré unos dos días, eso me quita el sueño. Hablar de la UCI me pone los pelos de punta. Si me tienen ahí, que me tengan lo más dormida posible. Estando ahí sola sin mi familia y el sufrimiento que les produce a ellos. Eso [suspira] me pone mala. 

¿Después de la UCI cuántos días pasarás en el hospital?
Sabes cuando entras en un hospital pero pocas veces cómo sales. Serán unos cinco días ingresada. 

¿Sabes cuánto tardarás en poder ver tu pecho nuevo?
Ni siquiera lo he preguntado, hay cosas que no quiero saber. Ahora mismo mi miedo no es cómo me va a quedar el pecho, sé que estoy en buenísimas manos. 

Eres muy valiente. 
No sé si quiero serlo. No sé si me gusta que me digan que soy muy fuerte porque yo tengo dolor y sufrimiento como todo el mundo. No sufro menos, no padezco menos. Cuando te repiten mucho esa palabra tengo la sensación de que no te puedes permitir caer, y tengo el mismo derecho a caerme que cualquiera, y a que alguien me dé una mano para levantarme. 

Esa pastilla que tantos efectos secundarios tiene…
Sí. Esta tiene otro nombre, mi oncólogo me dice que me puede evitar una metástasis y ante eso no hay duda. Ya empiezan los dolores, ahora mismo estoy muy mal de las lumbares, me dan calambres en los dedos de los pies como si me dieran descargas. 

Has evitado la quimioterapia. 
Pero no la he evitado por hacerme la doble mastectomía, esta operación no te exime de la quimioterapia. 

¿Tenías que recibir radioterapia?
Sí. Es una manera de quemar los tejidos de alrededor, no he sufrido nada con la radioterapia. 

¿Cómo han sido estos meses? 
Esto es todo menos una decisión frívola, ha sido consensuada en un comité médico. Mi relación con el doctor Lobo es fundamental, psicológicamente necesito que esté a mi lado. He sufrido dos cánceres en un tiempo relativamente corto, es normal que desarrolle una angustia. No quiero vivir así, pero a la vez me muero de miedo, tengo un ataque de ansiedad en este momento. 

¿Estás preparada psicológicamente?
Después de la operación empieza una nueva etapa de aceptación de tu cuerpo que con- lleva un trabajo psicológico. Si no lo puedo superar sola, para eso hay muchos médicos. Se trata de un cáncer que tiene que ir acompañado de una ayuda psicológica absolutamente necesaria. Mi obsesión ahora es salir del quirófano y decir: “Estoy viva”. Tengo miedo, muchísimo, a no superar una intervención así. 

Ya te has sometido a otras operaciones antes.
No han sido intervenciones tan agresivas, han sido más conservadoras. Han conservado el pecho en la medida de lo posible. En el caso de la mama derecha el tumor era más grande, y para que no hubiera un socavón pusieron la grasa desde la axila para rellenarlo y para que no hubiera como un agujero. Esta mastectomía es de armas tomar por- que tengo muchísimo pecho. No es igual quitar un pechito que quitar una mama, y yo soy de las que tiene una señora mama. La dificultad es mucho mayor para el médico y para el que reconstruye porque el tejido no es chicle, hay que ir adaptándose a lo que hay.