Sonsoles Ónega vio cómo su trabajo se volvió más frenético si cabe durante el confinamiento. La presentadora estuvo al pie del cañón cada día en el programa ‘Ya es mediodía’, contando la última hora sobre todo lo relacionado con la pandemia. La comunicadora es una mujer muy comprometida con su trabajo, pero en esos días el hecho de ir a plató hizo que hubiera algo que le tenía bastante preocupada. Sonsoles, en la entrevista que ha concedido en exclusiva a nuestra revista, ha contado lo duros que fueron aquellos meses, en especial por sus hijos. La presentadora no ha tenido problema en reconocer el miedo que sentía cada día al llegar a casa.
Sonsoles Ónega se ha remontado al mes de marzo y ha contado que “mis hijos pequeños estaban encerrados en casa como todos los niños y yo teniendo mucho cuidado al volver a casa cada día después de trabajar para no contagiarles en el caso de que yo me contagiara”. La presentadora de ‘Ya es mediodía’ ha recordado la incertidumbre que sentía aquellos días porque “ahora sabemos todo lo que hay que hacer, pero al principio de la pandemia no teníamos ni idea de nada, solo nos faltaba ducharnos con lejía”. Unas dudas que le llevaban a tener miedo “a hacer algo mal, a trasladar el virus a casa”.
Entre lo poco que le tranquilizaba era que en televisión les hacían test diarios para ver si alguien daba positivo en el virus y así evitar contagios. “Con lo extraordinario que era que te hicieran un test, tanto en la cadena como en la productora, eso formaba parte de tu vida cotidiana…”, nos ha contado en la exclusiva que ha concedido a nuestra revista sobre uno de los grandes cambios que llegaron entonces a su vida y que todavía hoy permanece.