Lo decía alto y claro nuestra portada de este miércoles. Ana María Aldón SÍ cree a Rocío Carrasco. Y ahora, ella misma, ha reconocido que se siente identificada con su descarnado relato. Un testimonio que la ha impactado enormemente, como ha podido saber nuestra revista, pues entronca con dos experiencias pasadas muy dolorosas que ha vivido en primera persona: los malos tratos de su padre a su madre, que ella presenció siendo una niña; y la ocasión funesta en la que también intentó quitarse la vida.
Su postura se presenta disidente al enrocamiento contra la hija de la más grande que exhibe desde hace años la familia con la que Rocío ha decidido romper.Esto le ha supuesto a Ana María Aldón pagar un precio: Gloria Camila Ortega y Rocío Flores le han dado la espalda. La hija de Antonio David Flores no perdona el verso libre de Ana María,pero su falta de sintonía se remonta a 'Supervivientes 2020', la aventura que las unió, pero que resultó ser una de las experiencias más tortuosas que la diseñadora ha vivido en televisión.
La relación entre Ana María y la hija de Rocío Carrasco siempre fue lejana, pero las cosas se torcieron aún más en ‘Supervivientes 2020’. Ana María guarda un recuerdo muy malo de su convivencia, tras compartir meses con ella en Honduras. La diseñadora no puede olvidar lo que la hija de Antonio David le hizo sufrir. Tal como ha podido saber Lecturas, en la intimidad Ana María cuenta que llegó a necesitar ayuda médica para superar algunos momentos. En público reconoció: “Lo pasé muy mal”, aunque prefirió no ahondar en el tema.
Mientras estuvo en Honduras, Ana María sufrió constantes reproches de su familia por no acercarse más a Rocío Flores, sobre todo cuando esta rompió a llorar al hablar de que no tenía noticias de su madre cuando estalló la pandemia. Nadie puede olvidar el flaco favor que le hizo Gloria Camila, en principio, su defensora en las galas y los debates donde, en vez de apoyarla y pedir su salvación no paraba de echar por tierra su concurso. La actitud de la hija de Ortega Cano llegó a molestar a Gema, la hija de Ana María, y ambas llegaron a enfrentarse, como anunció Lecturas en exclusiva.
Ana María, al volver de 'Supervivientes', fue tajante: “Una niña que llore por su madre me da pena, pero eso no quiere decir que no me dé pena la madre”. Y sentenció: “Hay que respetar a Rocío Carrasco”. Estas palabras, pronunciadas medio año antes de que se estrenara la docuserie ‘Contar la verdad para seguir viva’, cobrarían después todo su significado.