Tras pasar unos días en la Feria de Abril de Sevilla, su primera feria desde que es mamá, Marisa Jara sigue viviendo esta nueva etapa en su vida como la mujer más feliz del mundo. De Sevilla a Marbella, con una pequeña incursión en el Algarve portugués, el pequeño Tomás está conociendo de la mano de su madre la bonita tierra que los vio nacer a ambos.
Está Marisa tan feliz con su niño, que, tal y como confesó a Lecturas en una entrevista en exclusiva, le gustaría repetir la experiencia y no porque esta fuera precisamente grata, sino porque el resultado ha sido el que ella más deseaba: tener entre sus brazos a su bebé.
"Era lo que más deseaba. Mi vida ya tiene un sentido. Mi niño, y sé que esto lo dicen todas las madres, ¡es precioso! Los ojos que tiene, cómo me mira, las cositas que hace con la cara... Míralo, es superlisto, ya sabe cuándo tiene que comer. Mi móvil estaba lleno de fotos de bebés. Ahora digo: “¡Ya no necesito fotos de otros bebés, tengo el mío propio!”, nos cuenta Marisa que, como es lógico, no tiene ojos para nadie más que para su pequeño hijo.
"Estoy locamente enamorada de mi hijo. Me dicen que estoy loca, pero me encantaría el año que viene volver a ser madre. Tenemos todavía dos óvulos y esperma congelados", nos revela Marisa, que tuvo muchos problemas para quedarse embarazada. Justo en una de las pruebas que le hicieron cuando se encontraba inmersa en un tratamiento de fertilidad le descubrieron un tumor y, posteriormente, endiometrosis. 19 operaciones quirúrgicas después, Marisa por fin pudo ser mamá. Eso sí, no sin antes sufrir un parto de lo más complicado, ya que el bebé se había hecho caca en la placenta con el riesgo de infección que eso supone. Pero todo mereció la pena, tanto, que Marisa estaría dispuesta a pasar por todo de nuevo con tal de repetir maternidad.