EXCLUSIVA | Una mansión en Ibiza y varias propiedades: la millonaria herencia de Pepe Navarro

La cruzada de Pepe Navarro para negar que es el padre del hijo de Ivonne Reyes no cesa. Agotada la vía judicial, es el padre de Alejandro desde que un juez así lo sentenció en 2012. Él afirma que hará lo imposible para que el joven no herede la parte de sus bienes que le corresponden por ley. A la desesperada, pretende que cuando él muera sean sus hijos los que exijan la prueba de ADN a su hermano Alejandro si este quiere tener acceso a la legítima que le corresponde por imperativo legal.

No es la primera vez que Navarro plantea esta remota posibilidad. La abogada de Ivonne Reyes apunta a Lecturas que esta pretensión no es legalmente viable: “Si estuviésemos en un caso que nunca se ha juzgado esa afiliación, unos hermanos sí podrían obligara otro a hacerse una prueba de paternidad pero en este caso, es cosa juzgada”.

Lecturas ha tenido acceso en exclusiva a la documentación que avala el patrimonio del que dispone Pepe Navarro hoy en día. Como uno de sus cinco hijos, Alejandro tiene derecho a parte de esa herencia valorada en varios millones de euros. Navarro tiene varios bienes a su nombre en el Registro de la Propiedad. Una vivienda de 112 m2 en Alcobendas adquirida en 2016.

La adquisición, tasada en algo más de 305.000 euros, se formalizó mediante una hipoteca por valor de 245.198. Según la nota simple, desde que un juez así lo sentenciara, el uso de esta vivienda corresponde a su segunda esposa, Eva Zaldívar, y sus hijos mayores.

Esta situación puede haber cambiado, ya que su hija mayor vive en Boston con su familia y su otro hijo tiene ya 24 años. Desde 2014 sobre esta finca pesa un embargo de casi 60.000 euros derivado de una sentencia judicial que Pepe Navarro perdió.

Embargos e hipotecas

Pepe tiene también dos garajes que adquirió con hipoteca, uno de ellos embargado por valor de 5.739 euros al perder un procedimiento contra la comunidad de propietarios en 2022. Navarro también tiene un terreno de casi 28.000 m2 destinado a albergar las zonas comunes de una urbanización en Alcobendas, adquirida en 1996. Ni rastro del ático de Madrid en el que vivió con su segunda mujer y sus hijos pequeños: ha debido deshacerse de esa propiedad cuyo precio de salida era de algo más de 1,8 millones.