EXCLUSIVA | Isa Pantoja se sincera como nunca: “Escuchar que mi madre pasa de mí me hace entender que no tengo la culpa"

Isa Pantoja se sincera, como nunca antes, sobre cómo vive los continuos desplantes de su madre

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

Isa Pantoja
Instagram @isapantojam

Isa Pantoja, curtida en el arte de la decepción, no desde el lugar del que la ejerce sino del que la recibe, ha aprendido que los desplantes de su madre forman parte de su vida; como recoger a su hijo del colegio o acudir a los platós a defender a Asraf como concursante de realities. Y a pesar de todo, la hija siempre está ahí, con los brazos abiertos y esperando ese mensaje que no llega. “Cuando me llame iré”, dice en exclusiva a Lecturas. Inquebrantable con su compromiso de hija. 

Isa Pantoja tiene callo. Su madre se ha perdido algunos de los momentos más importantes de su vida y ella se mantiene sin rencor. El último, el que más sonó, fue la estruendosa ausencia de Isabel Pantoja en el boda de su hija pequeña. La joven no perdía la esperanza y no fue hasta el final cuando ya no quedaban minutos para caminar hacia el altar que comprendió que la había dejado en la estacada. Y eso que todo su entorno se lo llevaba repitiendo desde hacía días. El periodista Antonio Rossi, compañero suyo en ‘Vamos a ver’, le advirtió que su madre no iría “porque tenía cosas más importantes que hacer”; cuando la joven escuchó semejante plantón, lo que hizo fue gestionarlo desde un lugar de absoluta madurez. Lo que lleva haciendo toda la vida. 

“Escuchar esto me hace sentir mucho mejor. Escuchar que mi madre pasa de mí me quita un peso de encima, me hace entender que no tengo toda la culpa; constata que la responsabilidad de reconstruir la relación no recae en mí”, nos contó en su charla más sincera, donde, además de hablar de cómo están sus sentimientos hacia la mujer que la adoptó, también reflexiona, por primera vez, sobre cómo fue todo este proceso. 

La única esperanza de Isa Pantoja con su madre

Aún así, Isa Pantoja se aferra a la única esperanza que le queda: “Nunca he escuchado de su boca decir esas cosas, así que no les doy muchas vueltas. Si me cerciorara de que mi madre dice todas esas cosas sobre mí, diría: “Ahora sí puedo hacer caso a la gente que me dice: ‘Olvídate de tu madre”. En quien pienso es en Asraf y en mi hijo, en nadie más”. 

Pese a que Isabel Pantoja no habla, hace. Y sus actos hablan por sí solos. No hubo llamada en el día más feliz de la vida de su hija, tampoco en los posteriores. No se ha interesado por nada que ha rodeado a la celebración y tampoco a su nieto, con el que solía compartir momentos muy especiales. Instantes, que la tonadillera ha decidido perderse y que no volverán.

Isa Pantoja preocupada por su hijo

Este marzo, el pequeño cumplirá 10 años y cada vez entiende mejor lo que pasa a su alrededor. Y toda esta situación provoca un enorme dolor a Isa. Ella ya tiene interiorizado este comportamiento de su madre, pero el niño aún no. Para evitar más dolor innecesario, la estudiante de Derecho ha querido dar un paso importante en su día a día y deshacerse del retrato enorme de su madre que, hasta hace unos meses, presidía su salón. Ahora, en su lugar, la fotografía de un león. Isabel Pantoja ha desaparecido de la vida de su hija tanto de manera figurada como literal. “Si no tenemos relación, no quiero que mi hijo pregunte por ella más de la cuenta. Tampoco tengo ninguna foto de la madre de Asraf. No tiene ningún sentido que no tenga ninguna mía y que tenga una de mi madre, a la que no veo tan cercana”. 

“Sé que no me voy a arrepentir de nada porque he puesto todo de mi parte”, dice Isa Pantoja con confianza. No siente culpa alguna y solo le apena la situación tan injusta a la que tiene que hacer frente su hijo. “Me duele que mi madre no quiera hablar con mi hijo. Llegará el día en que no me duela tanto, supongo”, para entonces, el niño tendrá clarísimas sus prioridades. “Seré yo y no su abuela; él ha tenido menos cosas que yo tuve pero ha tenido una infancia normal”. Y, al final, Isa eso es lo único que anhela, la estereotípica normalidad que ni de niña ni de adolescente pudo tener y que solo ahora y al lado de Asraf ha logrado tener.