La mayor lucha que ha tenido que librar Pablo Urdangarin a sus 21 años ha sido consigo mismo. Y es también la historia del resto de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. El juicio por el 'caso Nóos' lo cambió todo en sus vidas que, prácticamente, la han empleado en olvidar una infancia de acoso y desprecios, como ha revelado en exclusiva Pilar Eyre en las páginas de Lecturas. La separación de sus padres ha situado a la joven promesa del balonmano en un lugar destacado dentro de la reciente historia familiar. Sus maneras exquisitas, su carisma y su figura esbelta, trabajada con el deporte que le une a su padre, le han convertido en una estrella de la noche a la mañana, razón por la que sus pasos son seguidos con mucho interés. Pilar Eyre no solo nos acerca al lado más íntimo y personal de Pablo Urdangarin, sino que también aclara cómo se gana la vida, aportando datos interesantes y, cuanto menos, sorprendentes sobre su economía.
Barcelona. Washington. De nuevo Barcelona. Y Suiza. Pablo y sus hermanos se convirtieron a edad muy temprana en unos trotamundos. Cada 'puerto', una nueva situación a la que adaptarse. Detrás, la decisión de unos padres preocupados porque el 'caso Nóos' ni les rozara, pero que no pudo evitarles una infancia de desprecios sobre la que han intentando pasar página. Pablo Urdangarin lo ha conseguido de nuevo en Barcelona, donde vive actualmente y compagina su pasión con sus estudios "en una escuela de negocios", a pesar de que su actual notoriedad mediática es por motivos extradeportivos.
En la ciudad donde nació, Pablo está concentrado en superar la etiqueta de promesa del balonmano y convertirse en la leyenda que un día fue su padre en el mismo equipo en el que militó, el F.C. Barcelona. Eso también supondría trascender a su origen real, marchando al ritmo de su propio tambor. De momento, a pesar de jugar en el Barça B, ha sido convocado para jugar con el primer equipo en algunas ocasiones, aunque como subraya Pilar Eyre, "juega sin remuneración" y viviendo "en la Masía de la Ciudad Deportiva". "Sigue, por tanto, dependiendo económicamente de su madre", revela la bloguera de Lecturas, matizando que "su padre no aporta, teniendo en cuenta que no recibe ningún ingreso desde hace años".