Carmen Borrego ha exorcizado los demonios que le han venido persiguiendo en unos meses de auténtica pesadilla. Lo ha hecho sentada frente a frente a Mila Ximénez en su entrevista para Lecturas más desgarradora. En exclusiva, la hermana de Terelu Campos se ha abierto como una flor para confesar las amenazas de muerte que la tienen aterrada. Una situación límite que se ha mezclado con las duras consecuencias de un titular sobre Rocío Carrasco pronunciadas en esta misma revista y que le ha salido muy caro. "Nunca perdonará a su hija", sentenció Carmen Borrego. Sin olvidar las críticas de su propia sobrina por rebajar la tensión con Jorge Javier Vázquez tras su comentada entrevista a María Teresa Campos en 'Sábado Deluxe'. Ahora rinde cuentas con Alejandra Rubio, a quien reprocha su actitud, y confiesa haber echado de menos haber sido tratada con mayor respeto.
"Con mi sobrina también hay veces que me he sentido dolida", se sincera Carmen Borrego cuando aborda el espinoso asunto de tomar partido en lo que respecta a su familia. Si bien considera que ha mostrado clara su postura cuando "me ha parecido que mi hermana y mi madre han hecho alguna cosa mal", la actitud de su sobrina Alejandra Rubio la ha hecho experimentar una sensación cercana a la decepción, aunque no la ha cogido por sorpresa. "Decir lo que opinas no es faltar el respeto. ¿Que me lo podía haber dicho en privado? Sí, pero ella trabaja ahí y dice lo que piensa", piensa con cierta resignación.
Carmen Borrego se refiere a la incómoda situación que se generó entre ella y la hija de su hermana Terelu Campos cuando esta la llamó "cobarde" por reconciliarse con Jorge Javier Vázquez tras la polémica entrevista a su abuela. Entre ambas se han sucedido los choques en directo y, en plató, se puede cortar con un cuchillo la tensión entre ellas. La colaboradora confiesa que su intención es la de no llevarse "fuera de plató" los malos rollos con su sobrina, pero "me sientan mal", dice. "¿Voy a ir contra una niña de 20 años?", se interpela a sí misma con incredulidad.
Carmen Borrego, como todas las Campos, suele estar salpicada por las polémicas, pero cuando pasan, si hay algo que las caracteriza es que no son rencorosas. Quienes las conocen lo sostienen también y ella no es una excepción. Y así se reafirma ante Mila Ximénez: "Nadie conseguirá que viva en el rencor. Las cosas las vivo, las sufro y las asumo, si no también viviría en el rencor contigo y con Kiko Hernández".
Si bien reconoce que le habría gustado un trato más respetuoso de su sobrina, también pone en valor el rol con el que se está asentando en televisión. "Lo que más me alegra de Alejandra es que sea libre de decir lo que quiera. Hay veces que está diciendo cosas de mí, me mira y le digo: “Adelante. Me puede sentar mejor o peor, pero si estás sentada ahí, es para eso”. En eso me he equivocado, ella es mucho más lista que yo. Me recuerda a cuando yo empecé. Me encantaría volver a ser esa. De ella se habla y se dicen muchas cosas, lo asume y da un paso al frente", acaba afirmando con deportividad, y con una mezcla de cariño y nostalgia en su tono de voz.