EXCLUSIVA | Carlo Costanzia hace realidad su proyecto de vida sin la ayuda de Alejandra Rubio

Carlo Costanzia ya ha legalizado su negocio, la barbería y centro de tatuajes en la que lleva ya unos meses trabajando y que se ha convertido en su nueva ilusión y su proyecto de vida al menos mientras no haya sobre la mesa proyectos como actor

El 2025 va a ser un año que Carlo Costanzia no va a olvidar. Tampoco los últimos meses del 2024, y es que conocer a la madre de tu hijo, empezar una relación, ser padre, terminar de cumplir una condena, y abrir tu propio negocio, son hitos en la vida de uno dignos de recordar, y a él le han ocurrido todos juntos. Sin duda, desde marzo, momento en que cumplió con la condena y se despidió de la pulsera telemática, respira más tranquilo. Tanto que se ha aventurado a emprender y está montando una barbería y un centro de tatuajes.

Su proyecto de vida

Se trata de un proyecto en el que ya lleva unos meses trabajado y que se ha decidido a iniciar en solitario. Es decir, legalmente y sobre el papel este centro será solo suyo, al margen de que Alejandra, su pareja, o su familia y amigos puedan apoyarle, que es algo que seguro que están haciendo. Carlo dio de alta la empresa para gestionarlo el pasado mes de febrero, concretamente el día 28. La empresa se llama ‘CCC Cuatro 2024 SL’ y él ocupa el cargo de único administrador. La ha dado de alta con el mínimo imprescindible que son 3.000 euros y con el siguiente objeto social: “peluquería y otros tratamientos de belleza, manicura y pedicura. Actividad empresarial de tatuado y anillado corporal y otros servicios personales. Todas las actividades comprendidas en el objeto social podrán ser realizadas como sociedad de intermediación”. 

Es decir, que dentro de muy poco en el local de Carlo los clientes podrán cortarse el pelo, retocarse la barba, hacerse un tatuaje o una manicura. Todavía no se ha abierto pero este medio ha tenido acceso a una información que apunta a que no se demorará mucho la inauguración. Y aunque estos días Carlo está junto a Alejandra y la familia de ella en Málaga, donde siempre acuden por Semana Santa, lo cierto es que estas últimas semanas las ha dedicado casi por completo a trabajar en la reforma del local de la Barbería.

Ha contado con un equipo ayudándole, pero él también se ha puesto el mono y manos a la obra ha sido el primero en ayudar con el fin de abaratar costes y de estar en primera línea para tomar las decisiones de lo que ahora es su gran ilusión.

Una ilusión que probablemente viene dada por la necesidad de encontrar una forma de ganarse la vida para sí mismo y para su familia más que porque sea lo que realmente le gustaría estar haciendo, porque no es una novedad para nadie que Carlo quiere ser actor. De hecho, se ha formado para ello, lo hizo cuando aún vivía en Italia, en la Academia Tangram Teatro en Turín, e hizo algunos papeles en España como el de ‘Toy Boy’, y siempre ha mantenido que es algo que le gusta mucho.

Probablemente, si vuelve a darse la oportunidad, volverá a ponerse frente a las cámaras, pues es lo que de verdad le emociona, pero sus problemas con la justicia, ya solucionados, no han ayudado esta última temporada a que el teléfono sonara con nuevos proyectos. Pero a partir de ahora todo puede ser.

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Una muy buena relación con Terelu

Mientras tanto ha encontrado otra forma de ganarse la vida y de ahora en adelante habrá que ver como gestiona su centro. Pero de momento está disfrutando de la Semana Santa, haciendo gala de la buena relación que tiene con Terelu Campos y con la parte menos mediática de la familia malagueña de su chica. Pues pese a todo lo que se dijo cuando comenzaron su relación lo cierto es que la madre de Alejandra Rubio dejó claro durante su estancia en Supervivientes que si le gusta Carlo para su hija, que es un buen padre y una buena persona.

Llegó incluso a pedir que se le diera una segunda oportunidad, que, aunque no especificó, parece que se refería a en el ámbito laboral. Una oportunidad que no sabemos si llegará, pero si lo hace, no le pillará con las manos vacías, si no trabajando en su barbería.