“Se nos quitó la carita de pena de golpe”. La hija de Terelu compartió en sus redes esta frase con una foto con Mia, la perrita de Carlo Costanzia en Málaga. En el post no había rastro del hijo de Mar Flores, pero el joven estaba con ella. Alejandra Rubio y Carlo Costanzia han viajado hasta esta ciudad para coger aire y alejarse del alboroto que ha provocado la sorprendente noticia de su relación. Esta es la primera escapada romántica que disfrutan juntos. El lugar no podía tener más significado, la tierra de las Campos, y se han alojado en la joya del patrimonio familiar: la casa que María Teresa tenía al pie de la playa de Las Acacias y que han heredado Terelu y Carmen Borrego.
Desde que la compró quince años atrás fue el refugio de la querida periodista y de sus hijas en la Costa del Sol, y está llena de recuerdos, también para Alejandra. Hoy, el refugio de Teresa acoge la felicidad de su nieta mientras su relación con el hijo de Mar Flores da sus primeros pasos. La pareja no lo tiene fácil para hacer escapadas. Carlo cumple una condena de 21 meses por estafa continuada en un negocio de compra-venta de coches de lujo y lleva una pulsera telemática. Hasta hace poco tenía que dormir en un centro de inserción social, pero tal como contó Leticia Requejo en ‘TardeAR’ ahora esto ha cambiado y puede dormir en un piso que ha alquilado por 700 euros.
Las tiernas imágenes de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia en su escapada a Málaga ven la luz este miércoles en las páginas de la revista Lecturas. Un extenso reportaje con fotografías en exclusiva de la pareja repletas de amor y complicidad. Ya a la venta en tu kiosco y en Amazon.