EXCLUSIVA | Patricia Donoso: "La nariz me la operó el mismo doctor que se la hizo a Belén Esteban"

La empresaria Patricia Donoso nos revela todas sus operaciones y su rostro nuevo

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

PATRICIA DONOSO

Patricia Donoso muestra en exclusiva su nuevo rostro a Lecturas

GARÓFANO

Patricia Donoso (41 años) parece no tener miedo a pasar por el quirófano. Es de esa clase de personas que adora tumbarse en la camilla del cirujano y dejarse hacer. Quizás lo hace con esa calma porque sabe que se pone en las mejores manos, ahora ha sido en las del médico estético de las Kardashiasn, Chia Kao, pero antes fue Manuel Tafalla, el cirujano que también le reconstruyó la nariz a Belén Esteban (49 años). Auténticas estrellas del bisturí.

Cuando Lecturas le pregunta a Patricia Donoso por el número de veces que se ha operado, ella echa la vista atrás y revela: “Me he hecho tres liposucciones, aunque en el reality ‘Hijos de papá’ dije que ocho porque la gente quiere escuchar eso en un programa”. Esta mujer riquísima que se dedica a hacer favores a medio Hollywood, sabe lo que es dar ‘show’ y a él se entrega sin reservas. Y continúa enumerando. A las tres ‘lipos’ le suma “reducción de estómago, un aumento y una reducción de pecho”. Remata con la rinoplastia. “Y por último la nariz, que me la hizo el mismo doctor que operó a Belén Esteban”.

Patricia Donoso
Telecinco

Empezó jovencita. Con 20 años. “Las dos primeras liposucciones le tocaron a Donoso”, nos dice entre carcajadas, “tanto en la chequera como en el dolor. La primera, con una operación de pecho el mismo día, fue en 2003. Era muy gordita, pesaba 89 kilos, ahora 54. Pensé que una liposucción adelgazaba y no”.

Patricia Donoso se ha sometido a una dolorosa intervención

Hace un mes, tanto Patricia como su marido, Charles, se sometieron a dos cirugías estéticas. La empresaria ha contado a Lecturas que estuvo 15 horas en quirófano y que, al despertarse de la intervención, gritaba del dolor. “Sentía que me habían arrancado la cara y que me estaban estrangulando”, nos desvela. “Tenía cuatro tubos para drenar, cada vez que me movía se taponaban. Gritaba: “¡Morfina, oxicodona, droga!”. Tuvieron que venir las enfermeras, pincharme”.

La operación que le ha hecho el cirujano de las famosas en Hollywood es de una enorme complejidad. “Esto es como coger la cara, levantarla y volverla a pegar con sus músculos y sus nervios pero lisa”, nos explica de su rejuvenecimiento facial. “Quería pulir mi cara, porque la tenía redonda, y tener los ojos más abiertos. También quería reorganizar los labios, no quería tantos”. Y no es lo único. Patricia se ha quitado las glándulas del cuello para estrecharlo, y también le han quitado la grasa de las rodillas y de la vulva. “La grasa de la vulva la tengo en la cara, alrededor de la nariz y hasta donde empiezan los labios”.

Los médicos de cabecera de Patricia

Donoso, que conserva el apellido de su segundo marido, se ha puesto en las manos de Chia Kao, conocido por haber trabajado en algunos de los rostros más célebres del panorama: las hermanas Kardashian, Heidi Klum o Paris Hilton, son solo algunas de las famosas que han sido operadas por él. Pero la de los Birkin de Hermés no es ninguna extraña a la hora de confiar su rostro a las manos de cirujanos de las estrellas. Años atrás, se operó la nariz con el mismo médico que consiguió la reconstrucción de la nariz de Belén Esteban en 2012. El doctor Tafalla le realizó a la de San Blas una “rinoplastia cerrada”, en la que se sustituyeron los injertos que llevaba (procedentes de sus costillas) puesto que se habían descolocado. “Tenía la nariz completamente hundida y torcida”, dijo el médico a hace diez años a la revista Diez Minutos. “Me enfrentaba al problema de que no tenía informes de Io que habían hecho antes. Tuve que ir descubriéndolo en el quirófano, despegando todo poco a poco y con riesgo de sangrado”. La primera vez que Belén se operó fue en el año 2009 y el resultado no fue el esperado.

Ahora, ambas mujeres, Belén y Patricia, han dejado atrás sus complejos y parecen de lo más felices con sus rostros. Al menos, de momento.