La aventura en la sabana africana ha cargado las pilas a Kiko Matamoros, pero no ha relajado su afilada opinión. El colaborador de 'Sálvame' ha vivido unas vacaciones de ensueño en Kenya junto a Marta López Álamo, la modelo con la que ya lleva tres años y medio de feliz relación. Desde allí, Kiko Matamoros se confiesa y habla de todo y de todos. Sin paños calientes, sobre todo en lo que respecta al análisis del papel que juegan sus compañeros de programa. Si de Belén Esteban señala que "el público ha perdido interés en ella", sobre Carmen Alcayde se muestra igual de contundente. "No sabe por dónde le da el aire", sentencia.
La sangre no ha llegado nunca al río, pero hay temas ante los que Kiko Matamoros dice basta. Uno de ellos le ha dolido especialmente y fue cuando Germán González, el colaborador de 'Sálvame' que hace los vídeos más ácidos y divertidos del programa, le llamó "dinosaurio", en clara referencia a la diferencia de edad entre él y su novia Marta. Una polémica a la que se subió Carmen Alcayde, un gesto que el tertuliano no perdona a su compañera.
"Tiene limitaciones"
"Me acusa de populista cuando hablo de edadismo", arguye Kiko. "Tiene ciertas limitaciones intelectuales y no se entera ni por dónde le da el aire", critica duramente. El padre de Laura Matamoros considera que si su compañera de plató "no sabe valorar la importancia que tiene una discriminación, debería dedicarse a cualquier cosa menos a hablar en televisión".
El ataque de Kiko continúa implacable, "no se puede ser un analfabeto y estar mandando mensajes públicos". El colaborador televisivo no intenta enmascarar el dolor que le ha producido esa burla concreta, "puedes ser un analfabeto e imitar a la Mula Francis, y a lo mejor es hasta gracioso", y le da un consejo, "no te metas en camisas de once varas cuando eres una absoluta desconocedora de un problema social que existe y está documentado".
Una 'broma' que Kiko no olvida
Tras esta durísima sentencia, a Kiko le cambia el rostro y relaja el gesto. "Ahí queda la cosa", dice después de este momento de desahogo. "Entiendo que he de tomarme las cosas a cachondeo", admite más tranquilo, pero le cuesta olvidar que, después de creer el tema zanjado, Belén Esteban le llamara la atención, dice finalmente: "Cuando vi que Belén Esteban venía con la muleta a regañarme por lo mal que me había portado con Germán, el pobre, me acordaba de Millán Astray, que era un lisiado con un discurso bastante agrio. Me dio resultado".