Alfonso Díez parece empeñado en ganarle la batalla al paso del tiempo. Tal como pasó a principios de este año, el viudo de la duquesa de Alba ha vuelto a convertirse en noticia por el evidente rejuvenecimiento que ha experimentado su rostro. Este pasado 1 de junio, Díez fue uno de los asistentes a la Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid), donde llamó la atención el aspecto terso de sus facciones y la inexpresividad de su gesto, incluso en los momentos de mayor emoción de un cartel con Cayetano Rivera, José María Manzanares y Sebastián Castella.
Algunos ya hablan de que habría vuelto a someterse a un tratamiento estético para suavizar las líneas de expresión y quitarse diez años de los 68 años que acumula.
En un momento en el que Alfonso Díez se quitó las gafas de sol, se puede apreciar la piel lisa y brillante, los pómulos más definidos, y apenas arrugas ni bolsas en los ojos. Todo esto sería el efecto de un combinado de técnicas y sustancias 'antiaging' y características de la medicina estética. Al viudo de Cayetana de Alba le habrían administrado vitaminas, bótox, ácido hialurónico y terapia celular, a través de la que se inyectan células nuevas en lugares localizados.
No es la primera vez que demuestra el gran cuidado que le dedica a su aspecto físico pues en 2013, un año antes de la pérdida de su mujer, Alfonso se habría puesto en manos de profesionales para deshacerse de la piel sobrante de los párpados. Una técnica conocida como blefaroplastia. Un proceso de rejuvenecimiento para el que, de vez en cuando, se ve obligado a pasar por la clínica para mantenerlo y para mantenerse eternamente joven.