Eva González (42 años) ha vuelto al plató de 'Pasapalabra' esta semana para promocionar la nueva edición de 'La Voz', tres intensas jornadas de concurso en las que la presentadora ha disfrutado a lo grande con las ocurrencias de Roberto Leal (44 años), con quien presume de gran complicidad.
Antes de dar comienzo al rosco final, Leal ha despedido a sus invitados, momento en el que Eva ha aprovechado para hablar del talent musical que se ha convertido en lo más visto de la noche del viernes. "Ya lo estáis viendo, los coaches vienen batalleros con el 'superbloqueo', que está siendo superdivertido. En el programa tenemos un talentazo. Feliz de la gente esté ahí entreteniéndose", comentaba. Tras su intervención, Eva pedía permiso al presentador para enviar un mensaje a su hijo Cayetano, de cinco años. Gesto que ya se ha convertido en un ritual para ella. "Me vas a tener que dejar decir una cosita. Tengo que enviarle un mensaje a mi niño para cumplir con mi tradición 'pasapalabrera'", exponía la presentadora con la gracia que le caracteriza. "Estoy con el señor de las letras, ese que es amigo mío. Te mando un beso muy fuerte, que te amo", concluyó Eva mientras lanzaba un beso a cámara.
La nueva vida de Eva González tras su 'silenciosa' separación de Cayetano Rivera
Si su romance fue discreto su separación no ha podido ser más silenciosa. Hace ahora un año que saltó a la luz la ruptura y el pasado mes de abril certificaron su separación tras 13 años juntos y un hijo en común. Sin confirmación oficial, Eva González y Cayetano Rivera emprendieron rumbos por separado y mientras que la presentadora se ha refugiado en su trabajo, familia y amigos, el torero, además, ha vuelto a encontrar la ilusión por el amor al lado de María Cerqueira.
"Siempre me he sentido viva gracias a mi hijo, mi familia y mi trabajo. Ojalá no pierda eso nunca", aseguraba Eva hace solo unos días, declaraciones en las que dejaba entrever que no necesita un nuevo amor para ser plenamente feliz. Sea como fuere, lo cierto es que entre ellos existe una relación cordial por el bienestar de su hijo y es común verles juntos en citas o celebraciones escolares. Además, Cayetano decidía mudarse a una urbanización sevillana para estar mucho más cerca del pequeño y poder adaptar sus agendas profesionales de una forma más sencilla.