No hay boda sin anécdotas y la de Eugenia de York y Jack Brooksbank no podría ser menos. La pareja se casó el viernes en en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor cinco meses después de que el mismo escenario fuera testigo de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle. Eso sí, entonces no tuvieron al viento tan presente como en este día de octubre en el que el aire jugó muchas malas pasadas a los invitados.
Vestidas con sus mejores galas, fueron las invitadas las que se llevaron la peor parte. Volaron tocados, corbatas e incluso algún que otro vestido, que dejó al descubierto la ropa interior de una invitada.
Naomi Campbell, Kate Moss, Poppy y Cara Delevingne no tuvieron más remedio que sujetarse sus tocados con las manos para que no echaran a volar como una cometa.
Los pequeños pajes también nos regalaron momentos muy simpáticos. La princesa Charlotte estaba empeñada en saludar a todo el público y su hermano regaló esos gestos tan expresivos que ya son su seña de identidad.