Quizás no vaya a aparcar el diseño de joyas por el mundo de la interpretación, pero divertirse, desde luego, lo ha hecho. Eugenia Martínez de Irujo acudió anoche al estreno de ‘Arde Madrid’, la serie que supone su debut como actriz o, al menos, como figurante, y lo pasó de fábula. Quizás el suyo solo sea un pequeño cameo, pero se sintió como si ella fuera la protagonista absoluta de la nueva serie de Paco León.
Recordemos que en esta serie, ambientada en el Madrid de los años 50 y 60, cuando Ava Gardner se enamoró perdidamente de la capital, Eugenia interpreta a su madre. La duquesita se convierte, por unos instantes, en la Duquesa con mayúsculas y da vida a la Cayetana alegre que salía de fiesta, cuando divertirse parecía poco menos que un pecado. Martínez de Irujo, como hubiera hecho su progenitora, disfrutó de su gran noche. Quemó el photocall derrochando simpatía, locura y divertimento; se codeaba con compañeros de serie, amigos de la farándula y, como no, con su pareja. Ella y Francis Rebollo se han convertido en un matrimonio con una química genial que derrocha compenetración.
Además, su look, tremendamente arriesgado, la convirtió en una de las estrellas del estreno. La madre de Cayetana Rivera lució un vestido negro con encaje y transparencias, pero lo más creativo del estilismo fue el antifaz con bordados que llevó en el rostro. Si el ‘dress code’ exigía algo cañí, ella lo versionó a su manera y nos ofreció una estupenda opción plagada de sensualidad y originalidad. Una mantilla como no se ha visto ninguna.