Está la parilla televisiva que no cabe un 'talent show' más. Pero oye, si hay que encontrarle un huequito a Sara Carbonero, se le busca. Eso debieron pensar en Telecinco cuando dieron luz verde a 'Quiero ser', el programa de moda con el que la antes periodista deportiva ahora convertida en bloguer omnipresente vuelve a la televisión nacional.
Ella misma ha reconocido que se sorprendió por la premura con que el proyecto se puso en marcha. Recuperada del nacimiento de su segundo hijo, el pequeño Lucas –Sara ya es madre de Martin, el primer hijo que tuvieron ella e Iker Casillas–, cogió su "maravillosa faja" y, ni corta ni perezosa, se puso a grabar este programa en el que se busca al-la influencer español/a definitivo/a.
En el Sara, que tiene una presencia puramente testimonial, está acompañda en su búsqueda de tres coaches: la bloguera catalana Dulceida –que apunta muy alto a ser el nuevo 'fenómeno Pelayo' de la cadena–, el diseñador y estilista andaluz Cristo Ibáñez y Madame de Rosa, que no es la dueña de un club de alterne de lujo –como podría pensarse por su sugerente alias– sino una bloguera madrileña que se dedica a la enfermería y ostenta el título de ser la primera bloguer que posó para Interviú (¿para cuándo una portada de Dulceida y Alba Paul, su prometida?).
Entre ellos se reparten a 6 chavales ávidos de fama y de minutos en pantalla que compiten entre sí que hubieran preferido como coaches a Carmen Lomana, Josie, Paula Echeverría y hasta a Cósima Ramírez, la hija de Ágatha Ruiz de la Prada. El programa se llama 'Quiero ser', pero por la dinámica y la mala leche que abunda entre los participantes, casi que podría llamarse 'Madrid Fury Road'.
En el primer programa, que se estrenó ayer con un escueto 9,9% de audiencia pero siendo trending topic en las redes sociales, volaron los cuchillos y se hicieron muchas zancadillas. Los participantes van con un papel muy aprendido y lucen una competitividad barata basada en el hacer de menos al contricante por su físico y por su estilo de vestir y todos se acusan entre de sí de ser "chonis". La experiencia es muy parecida a ver el la hora del recreo de un insituto en tiempo real.
Esther, Cristina, Christian, Laura, Marlene y Alicia son los seis participantes que van a luchar entre sí semana a semana para ganarse el beneplácito de los coaches a base de pruebas como buscar el mejor "look boyfriend" en una tienda de ropa para hombre, atreverse a salir sin maquillaje en la tele y maquillar a su contricante y superar retos para ganar la salvación y el pase a la siguiente semana.
Pese a su escasa audiencia, el programa fue de lo más comentado en redes, dejando memes y comentarios que iban desde los posibles orígenes de los concursantes hasta su manejo con el inglés, idioma imprescindible para entender el 95% de lo que dicen los 'coaches' que hablan de 'it girls', 'looks' y 'outfits' todo el tiempo.