Esto es lo que NO deben hacer Amaia y Alfred si quieren ganar Eurovisión

Eso pensamos, queridos fans de 'Operación Triunfo' y de 'Eurovisión'. Sin embargo, aunque Almaia parece ser una apuesta segura para ganar el Festival de la Canción más importante a nivel europeo, lo cierto es que debemos aprender de los errores del pasado. Para no cometerlos otra vez, vaya. Así pues, queridos Alfred y Amaia, aquí tenéis las cinco cosas que no debéis repetir ni imitar de vuestros predecesores españoles. Dentro vídeo (bueno fotos).

Pues eso, que si hay que salir por patas de Lisboa, por lo menos hacerlo rápido y con estilo.

Ni Amaia es Hermione, ni Alfred es Harry Potter. Que todos tuviésemos de pequeños el magia Borrás no nos da derecho a creer que somos David Copperfield. Y menos que nuestro campo de prácticas puede ser Eurovisión. Las varitas quietas, queridos amigos.

Puede que la película 'Cabaret' lo petase con Liza Minnelli y su sensual baile encima de una silla, pero 'Las Ketchup' lo intentaron y no rodó. Y eso que las sillas tenían ruedas, respaldos bastante cómodos y era rojas, a juego con el vestuario de las cantantes del 'Aserejé'. Nada, imposible, nos estrellamos consiguiendo tan solo 18 puntos. ¿Moraleja? Las sillas no son para Eurovisión. O por lo menos no si quieres ganar. 

Si cantara, este perrete tendría todas las de ganar Eurovisión, pero como solo ladra, pues su gozo en un pozo. Lo dicho, las sillas giratorias las carga el diablo y más si te las llevas a Eurovisión. Por cierto, no intentéis esto en casa, podríais marearos.

Corría el año 2008 cuando Rodolfo Chikilicuatre dejaba a Europa con la boca abierta (y a los españoles ya para qué contaros). ¿Se trataba de un chiste? Pues casi. Lo que comenzó como una broma, terminó representando a España y consiguiendo 55 puntos. Desde aquí les rogamos a Alfred y Amaia que si tocan algún instrumento no sea como la guitarra de juguete, llamada Luciana, de la que no se separaba Rodolfo.

En serio, nada de juguetes ni instrumentos de plástico sobre el escenario. Estamos seguros de que si Phoebe nos hubiese representador en Eurovisión lo habría petada. En serio.

Si no lo haces por tu 'lover', hazlo por tu país y aclárate la voz antes de salir al escenario. ¿Por qué? Porque Manel Navarro estaba completando una actuación bastante decente el año pasado cuando... ¡gallo al canto! A ver, que son cosas que pasan fruto del directo y de los nervios, pero oye, una manzanilla hirviendo, unas gárgaras con bicarbonato (que dicen que previenen infecciones) y a lo mejor un caramelito de menta pues tampoco es tan mala idea. Y en el caso de Almaia, que se tomen un Smint que, además, sino no hay beso.

Vale que desentonó, pero la verdad es que muchas féminas del público cayeron rendidas ante sus encantos. Como estas gallinas viendo a este gallo. Cosas que pasan.