Era 2015 cuando Máximo Huerta (53 años) anunciaba en su cuenta de Twitter que abandonaba 'El programa de Ana Rosa'. Una decisión que sorprendía a los seguidores del programa, ya que el escritor llevaba una década junto a Ana Rosa Quintana y nada parecía apuntar que algo pudiera romper esta relación laboral. Mucho se habló de esa separación y muchos se preguntaban cuál serían los siguientes pasos de Máximo. No han sido pocos. Desde entonces, el autor se ha trasladado a Buñol para cuidar de su madre, Clara Hernández, y donde ha fundado su propia librera 'Doña Leo', sin olvidar su etapa exprés como ministro de cultura.
Hoy, sorprendiendo a la audiencia, Máximo Huerta visitaba el plató de 'Tarde AR' como parte de su gira de promoción de su última novela, 'París despertaba tarde'. El escritor y la presentadora se han fundido en un tierno abrazo y se han dado dos besos la mar de cariñosos. Unos gestos que denotan que, a pesar de su distanciamiento profesional, su relación permanece intacta 9 años después.
"Qué buena pareja hacíamos y que buen trío hacíamos con Joaquín", ha expresado Ana Rosa, antes de añadir "y que dos tiarrones tenia al lado". Mientras los colaboradores y el público aplaudía, Máximo ha respondido: "Nos alimentabas bien". Durante su conversación, Huerta ha contado cómo está llevando su vida en Buñol, lo que más le gusta de esta vida más sosegada en el campo y lo feliz que le hace haber creado la librería de sus sueños. "En Buñol me siento muy querido, arropado, y eso te hace sentir muy bien", ha explicado.
Máximo Huerta abandona 'El programa de AR'
En marzo de 2023, Máximo Huerta se sentaba a 'Viernes Deluxe' para hablar de su nueva vida en Buñol y de la inauguración de su nueva librería. Pero no fue lo único. Jorge Javier Vázquez quiso saber más detalles sobre su carrera, pasando de presentar 'Informativos Telecinco' a ser uno de los colaboradores de 'El programa de Ana Rosa'. Un espacio en el que estaría una década entera, de 2005 a 2015, año en el que decidió marcharse. Pero, ¿Qué pasó? ¿Cuál fue el motivo?
"A mí me pasó como a algunos futbolistas, que me fui tres años tarde del club. Cuando estaba Andrea Olivas dirigiendo, yo debería haberme ido ya", comentó Máximo. En aquel momento, el periodista no encontraba su hueco en su trabajo y esa distancia fue la que lo empujó a dejarlo. "Por respeto a la audiencia, tú debes estar al cien por cien. Yo ya estaba un poco con la cabeza en otro lado ya. Y por eso dije que me tenía que ir, por respeto a la gente que te paga, a la productora, a la cadena, a los que te ven", justificó ante los colaboradores del programa nocturno.
A pesar de estar convencido, Huerta reconoció que su salida no fue nada sencilla. "Fue dificilísima. Primero fue a Juanra, que era el director. Llamar a Ana Rosa me daba miedo", expresó. Para que no hubiera malentendidos, el escritor explicó a qué se refería: "Me daba miedo, miedo y respeto. A ver qué iba a decir. No había una razón para irme". Por suerte, la llamada fue mucho más amena: "Fue una llamada quirúrgica con Ana. No hubo un 'quédate' o un 'vamos a hablar'. Ana entendió que yo quisiera irme. Por eso digo que fue una llamada quirúrgica, porque fue limpia y no hubo romances", contó Máximo.
Máximo Huerta se abre sobre la relación con su padre
La promoción de su nuevo libro, 'París despertaba tarde', ha llevado a Máximo Huerta a recorrer varios programas y platós. Uno de ellos fue 'El Hormiguero', donde acudió con Albert Espinosa para anunciar el estreno de 'El camino a casa'. Este formato es un viaje en el que sus invitados acuden a sus colegios y lugares de la infancia. "La idea es que rompan a reír, rompan a llorar, porque creo que todos hemos de hacernos añicos", definió Albert Espinosa.
Fue hablando sobre este episodio cuando Máximo Huerta se abrió, como nunca antes, sobre la relación con su padre. "Me prometí no hablar, pero es inevitable hablar de infancia y no mencionarlo", decía el autor. El escritor no ha ocultado nunca que el vínculo con su progenitor fue muy complicado por la forma en que trataba a su madre y a él mismo. Precisamente por eso, Albert quiso confrontarlo y que mirara de frente esta situación. "No recuerdo la cara de mi padre, ni la voz que tanto miedo me daba, pero... Me puso frente al olor de mi padre. Albert sacó un frasco con colonia de mi padre y, de repente, el estaba allí otra vez. Entré en barrena. Volví a estar ahí. Volví a oír los gritos. Lo compartí todo. El olor lo abrió todo", confesó.