La discreción de Kylie Jenner a la hora de tener a su bebé fue toda una sorpresa. Era prácticamente la primera vez en mucho tiempo que pasaba algo importante en el clan Kardashian y era tratado con discreción, pero la última fiesta de la familia ha despejado las dudas: las Kardashian siguen pisando fuerte.
Khloé Kardashian está a punto en convertirse en madre por primera vez y, para celebrarlo, ha organizado uno de los ‘baby shower’ más espectacular que se recuerda. A pesar de su disgusto inicial por tener una niña en vez de un niño, parece que la futura mamá ha decidido asumir la noticia, cambiarse de bando y apostar todo al rosa en una fiesta sin precedentes.
Cientos de globos, miles de rosas de color pastel y varios animales gigantes hechos con plantas fueron el escenario montado especialmente para la ocasión por Mindy Weiss, una de las organizadoras de eventos más importantes de Hollywood.
Con un neón que rezaba ‘Baby Thompson’ como photocall, Khloé Kardashian y Tristan Thomson recibieron a sus invitados que, al igual que la anfitriona, vistieron de rosa para un evento tan especial. La fiesta se celebró en uno de los salones más selectos del hotel Bel Air de Los Ángeles, un sofisticado enclave al nivel de la celebración y sus protagonistas.
Para una cita tan especial, Khloé apostó por un minivestido tan lencero como ajustado y que, cómo no, iba a juego con el tono de la noche: el rosa empolvado. Siendo Kardashian como es, no podía faltar el escote en su estilismo. Unos taconazos de Jimmy Choo y joyas de Lana Jewelry y Ruby Stella completaban este look con el que confirmaba, una vez más, que la frase "antes muerta que sencilla" es algo que aplicar en todo momento, por muy embarazada que se esté.
El despliegue fue tal que han sido varias las críticas que algunos de los followers de las Kardashianhan dejado en las redes sociales, haciendo referencia a la cantidad de dinero que la pareja se ha gastado y todo lo que podrían haber hecho con esa pequeña fortuna.