Violeta Mangriñán acostumbra a compartir con sus seguidores de Instagram tanto lo bueno como lo malo. A la influencer le gusta mostrarse de lo más natural y demostrar que no es oro todo lo que reluce. Que hay días buenos, otros no tan buenos, o contratiempos a los que hay que hacer frente. Y desde que anunció que está embarazada, está compartiendo muchos de los momentos que están marcando estos nueve meses de dulce espera de la pequeña Gala. El último, la visita a su endocrino para controlar el síndrome de Hashimoto, enfermedad que padece.
Violeta Mangriñán, sin alarmar a nadie y tratando el tema con total normalidad, ha contado en alguna ocasión que padece este síndrome que consiste en la inflamación crónica de la glándula del tiroides, y que puede llegar a ser causa de hipotiroidismo. Y como todos los cuidados, cuando se está embarazada hay que llevarlos al máximo para que no afecte o afecte lo menos posible al embarazo. Y más si se trata de una enfermedad. En esta etapa en la que espera su primera hija junto a Fabio Colloricchio, Violeta ha contado que hasta ahora “me tomo una pastilla cada día para que mis tiroides estén reguladas”. Pero hoy ha tenido que ir al endocrino para ver si le subían la dosis o si se la mantenían.
Nada más salir de la consulta, la influencer ha compartido con su seguidores los resultados. Y Violega Mangriñán se ha mostrado contenta porque las noticias con respecto a su enfermedad han sido buenas. “Todo perfecto, mis tiroides están controladas, de momento me mantienen la misma dosis de medicación, no me la suben”, ha relatado. El próximo paso será volver a su médico dentro de dos meses. Será entonces cuando “me harán otra revisión en el último trimestre para ver qué tal”. Porque en ese momento le faltará y a muy poco para verle la carita a Gala.