Sara Carbonero e Iker Casillas aprovecharon el parón en las ligas europeas para viajar a España, concretamente, a Corral de Almaguer, en Toledo, donde nació la periodista y donde vive su familia. Vivir a 50 minutos de avión de Madrid les permite viajar a menudo desde Oporto, donde residen desde que Iker fichara por el equipo de la ciudad.
Claro que viajar con dos niños pequeños es todo un drama, en el buen sentido de la palabra, sobre todo en lo que se refiere al equipaje: ropa por si hace frío, ropa por si hace calor, sus juguetes favoritos, la mantita para que se duerman, pañales... y también para que dos peques inquietos estén más o menos entretenidos durante el viaje. Explica Sara que Martín, el más movido de los dos porque Lucas aún es un bebé, lleva bastante bien lo de viajar en avión. Ya en Madrid y en el coche que les llevaría hasta Corral de Almaguer, Sara hace uso de la música para que sus hijos estén distraídos y no se aburran por estar 100 kilómetros sentados y sin poder moverse.
En el pueblo, Sara e Iker pudieron quedar con sus amigos, que como ellos también tienen hijos pequeños, y visitar a la familia de la periodista. La abuela, de 92 años, pareció llamarle mucho la atención a Lucas, a tenor de las fotos que Sara ha compartido en su blog.