Massiel tiene un sentido del humor envidiable, siempre lo ha demostrado. Pero sorprende que al hablar de una enfermedad incurable como la suya se lo tome con tan filosofía como lo hace. Hace siete años que le diagnosticaron una degeneración macular en ambos ojos pero ella ha aprendido a tomárselo con humor, como casi todo lo que le ha pasado en la vida.
La cantante y actriz lleva desde 2012 lidiando con los efectos de una degeneración macular que le impide hacer muchas cosas que le gustaría. Sus problemas de visión comenzaron cuando estaba representando Follies en el Teatro Español de Madrid. "Tenía que ir con una bombilla" contó hace un año cuando reveló lo que le ocurría. Y es que su enfermedad "es una bomba de relojería y no se sabe nunca cómo puede evolucionar".
Pero el humor no la abandona. "Hace siete años que tengo problemas de visión. Soy la tuerta más famosa de España después de la Princesa de Éboli. Con el ojo izquierdo solo tengo visión periférica. Si me tapo el ojo derecho, la cara no te la veo", le decía a la reportera, "pero podría ir con un bastoncito. Ahora ya me lo tomo con nonchalance [despreocupación] como dicen los franceses. Uso una lupa... sigo leyendo en letra impresa pero de aquella manera... soy como el Inspector Gadget, pero aquí estoy", ha dicho con una gran sonrisa.
Y lo ha hecho durante el estreno de el musical El jovencito Frankenstein y es que este tipo de obras, aunque sean de noche, sí que no se las pierde. "Parte del elenco son amigos míos, compañeros... y además vivo muy cerca de la Gran Vía y salgo a los musicales. Al cine voy por la tarde".