Entramos en la casa que Natalia Sánchez (‘Sueños de Libertad’) comparte con Marc Clotet y sus hijos en Madrid

Todo actor tiene un papel que cambia por completo su vida, ya sea porque es el primero o porque es el que te abre las puertas de la industria. En el caso de Natalia Sánchez (34 años) fue Teté, de ‘Los Serrano’. Lo que te sucede después de ese gran hit ya es una cuestión de duro trabajo entremezclado con algo de fortuna. La consagración de esta actriz madrileña ha llegado con ‘Sueños de Libertad’, la telenovela que está causando furor (con permiso de ‘La Promesa’). 

Tiene mucho que agradecer a la industria audiovisual y no solo a nivel profesional. Esos dos proyectos son los que más alegrías laborales le han dado, pero otro, ‘Amantes ajenos’, le permitió conocer al que ahora es su marido: Marc Clotet (44 años). Cuando sus caminos se cruzaron en el set de rodaje, en 2013, jamás imaginaron que acabarían convirtiéndose en compañeros de vida. Aunque han decidido no pasar por el altar (al menos por el momento), han formado una bella familia junto con sus hijos: Lía, de seis años, y Neo, de cuatro, quien recientemente tuvo que ser sometido a una operación.

Los cuatro vivían en una casa en Barcelona hasta que en 2023, por motivos laborales, decidieron hacer las maletas y trasladarse a Madrid. Un cambio que fue "de un día para otro" y que vivieron con mucha "locura" por lo que implicaba un cambio de cole, de casa y de vida. "Así que atrás no dejamos nada porque cada persona y cada momento vivido de estos cinco años nos acompañarán cada día y estaremos, como siempre, AVE arriba, AVE abajo…", escribía la actriz en sus redes sociales para contar a sus seguidores esta mudanza.

 

 

 

 

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Un piso en el centro de Madrid, cerca de El Retiro

Eligieron una vivienda muy próxima a la zona de El Retiro de la capital, parque en el que es habitual ver a la pareja con sus hijos los domingos. Después del poco tiempo que tienen entre semana por cuestiones laborales, intentan pasar este día en familia y al aire libre. La vivienda cuenta con todas las comodidades que podrían soñar, aunque nada que ver con el chalet que tenían en Barcelona. En un piso como el de Madrid no disfrutan del espacio exterior ni de los metros cuadrados. Quizá por eso han escogido espacios con mucha madera y fibras naturales en color claro para dar mayor calidez y confort a su hogar. 

El salón es el gran protagonista de la vivienda. Es en ese espacio donde pasan la mayor parte del tiempo jugando con los niños o viendo la televisión para desconectar del día a día. Con una decoración en tonos tierra, la pareja cuenta con un gran sofá. Un amplio armario de madera maciza en color medio que hace de biblioteca y una mesa a juego, en la que Natalia Sánchez suele trabajar, completan estos metros cuadrados. Además, el espacio está lleno de plantas naturales que hacen que el área sea más acogedora y hogareña.

Una cocina que mezcla tradición y modernismo

El color blanco es el que predomina en la cocina, presente tanto en los azulejos de las paredes como en los muebles lacados con tirador plateado. Se trata de un espacio sencillo, pero a la vez moderno gracias a los electrodomésticos: una moderna campana de Solac en negro y una placa a juego. Esta mezcla entre los clásico y lo más vanguardista permite que este espacio no pase nunca de moda y se adapte a todo tipo de cambios en cuanto a tendencias de diseño.

Es en esta estancia donde la actriz prepara para su familia la comida más importante del día: el desayuno. No se privan de nada en esa hora del día. Como se puede apreciar en una de las publicaciones de Sánchez, es habitual que tomen tostadas de aguacate con un delicioso y aromático.

Para su dormitorio, la pareja se ha decantado por una decoración minimalista. Una gran cama con sábanas en blanco y sin cabecero para ganar sencillez en estos metros de su zona de descanso. Unas mesillas negras de madera con tiradores plata completan este espacio. Sobre ellas, un pequeño flexo metalizado en blanco que no reposa sobre la superficie, sino sobre la pared. 

Un hogar que dista mucho del que tenían en Barcelona, pero eso no quita que no estén encantados. Además, es muy cómodo para sus respectivos trabajos. Antes eran constantes los viajes de un lado a otro y ahora no tienen que hacer traslados de ningún tipo.