Entramos en la casa donde Fran Rivera y Lourdes Montes criarán a su tercer hijo en Sevilla: estilo minimalista, luminosa y cargada de recuerdos

Un punto clave del salón, además del gran ventanal que ocupa toda una pared, son el sofá azul y un diván 'vintage', sobre el que descansan varios cojines de tonalidades complementarias. Estos dos mueble ocupan el centro de la estancia, junto con dos mesas de café de mármol. Es importante destacar que hace un tiempo estos dos elementos eran de otro color, de manera que queda claro que Lourdes da mucha importancia a renovar su hogar.

En una de las esquinas de esta estancia, se puede apreciar varias estanterías con decoración de todo tipo. Iluminadas por una lámpara de patrón a cuadros, vemos motivos taurinos, como la chaqueta de su marido Fran, fotografías de la familia o los libros preferidos de su familia.

Lo primero que queda claro de este salón es que, durante las horas de sol, disfruta de una gran iluminación gracias a un ventanal que ocupa toda una pared y da a una de las zonas exteriores de la casa. A esto hay que sumar que en este rincón, el color que predomina es el blanco, presente en paredes, cortinas, mobiliario, elementos decorativos… Y esto hace que esa sensación de amplitud se potencie más si cabe.

Un traje de luces, un precioso retrato de Fran Rivera y una foto en blanco y negro cuelgan de una de las paredes del salón principal de la elegante casa que Fran Rivera y Lourdes Montes comparten en Sevilla. Una forma de recordar la gran trayectoria profesional del torero.

Flores y libros son los detalles que Lourdes Montes, que se ha encargado de la decoración de la casa, dan un aire de sosiego y distinción a cada uno de los rincones de su hogar sevillano. La diseñadora ha demostrado tener un enorme gusto para dotar de carácter su hogar.

Lourdes Montes ha optado por dejar las notas de color a los sofás y los detalles decorativos, mientras que los muebles son blancos, de líneas puras y prácticos para almacenaje, y que hacen contraste con el suelo de parquet, que refuerza la idea de calidez. 

Fotos de recuerdo, pinturas... Lourdes Montes saca todo el partido decorativo a las paredes, cuyos elementos, combinados con muebles bajos o de media altura, dan sensación de altura. 

En esta imagen, llama la atención la consola en blanco decapado, que compite en elegancia con el resto de mobiliario moderno del salón principal.

El hogar de Lourdes Montes y Fran Rivera está cuidado hasta el mínimo detalle, y cada rincón es un trocito de historia que comparte espacio con decoración más desenfadada como esta lámpara de piña. Por eso, podemos ver fotografías del matrimonio, bustos de Paquirri u objetos diferentes y originales.

El matrimonio ha optado por combinar la mesa maciza del comedor con unas elegantes y modernas sillas tapizadas en blanco.

En este vídeo que compartió Fran Rivera se puede ver lo bien aprovechado que está el espacio, en este caso, el pasillo, lleno de armarios empotrados ideales para almacenaje y que, a la vez, no interrumpen la decoración.

Por todo ese sabido la gran pasión de Fran Rivera con Oriente, especialmente por la cultura nipona, y le han dedicado un rincón muy especial, que se complementa de manera maravillosa con un papel decorativo de pared con motivos vegetales.

La combinación de elementos en esta estancia es particularísima, pero funciona a la perfección y la dota de carácter. Destaca el sofá verde de grandes cojines y estructura metálica en blanco, así como el contraste entre el cuadro abstracto con fotografías en blanco y negro.

El baño reformado tiene un aire mediterráneo y minimalista donde se combina la calidez del parquet con la del suelo hidráulico. El doble seno, la ducha de piedra natural y el mueble de almacenaje dan el punto práctico. Eso sí, el lavamanos contrasta con el resto de la estancia al estar fabricado de mármol marrón y tener forma cóncava.

El dormitorio de su hija Carmen es una explosión de color y fantasía destinada a estimular la creatividad de la pequeña. De nuevo, el mobiliario es blanco y los puntos de color provienen del papel decorativo de las paredes y de otros elementos como la ropa de cama y la divertida alfombra circular. Aunque no conocemos la habitación del pequeño Curro, está claro que los futuros papás deberán readaptar su hogar para crear otra habitación para su nuevo bebé. 

Aunque el interior de la casa es donde se acumulan los rincones cargados de recuerdos, la familia aprovecha las cálidas temperaturas para disfrutar de tiempo en su amplia terraza. Con el bosque como telón de fondo, este espacio tiene como protagonista una amplia cocina blanca, con sillas a juego, que combinan a la perfección con la decoración con jarrones de cristal y plantas.

Justo al lado de la mesa de la terraza, se encuentran dos sillas bajas, de color azul eléctrico, que crean una pequeña zona chill out donde Fran y Lourdes pueden relajarse y disfrutar de las noches de verano.