Han pasado solo unos días desde que Enrique Ponce anunciara por sorpresa su retirada "por tiempo indefinido" y parece que le ha faltado tiempo para organizar el que será el segundo verano junto a Ana Soria. Mucho se ha hablado de la fuerte crisis que podría estar atravesando la pareja pero nada más lejos de la realidad. El torero y la joven almeriense eran vistos este fin de semana en el puerto de la ciudad andaluza poniendo a punto un barco de recreo en el que disfrutar de una jornada de alta mar.
En las imágenes se puede ver como Enrique Ponce y Ana Soria siguen tan unidos como siempre. La pareja escucha atentamente las instrucciones de Federico, padre de la estudiante, mientras limpian la cubierta del yate. Después, protagonizaban gestos de complicidad ajenos a las miradas indiscretas.
La pareja tomaba una drástica decisión hace solo unas semanas y decidía eliminar de manera definitiva todo rastro de su vida pasada en redes sociales, presumiblemente promovido por la presión mediática a la que se han visto sometidos en los últimos meses. Sea como fuere, lo que es más que evidente es que Enrique Ponce se enfrenta a este verano dispuesto a disfrutar al máximo al lado de Ana. Un segundo verano juntos que promete ser igual de idílico que el anterior.
La joven, fiel a su estilo, apostaba por un vestido camisero sin mangas con estampado geométrico en tonos blanco y negro mientras que el torero mostraba su versión más náutica con pantalones cortos de color azul y polo blanco.
La firma de un divorcio interminable
Un año después de su mediática ruptura, el torero aún no habría accedido a firmar los papeles del divorcio con Paloma Cuevas. Aunque el todavía matrimonio mantiene una relación cordial por el bien de las dos hijas que tienen en común algo provocaría que Enrique no quiera zanjar de una vez y por todas este contencioso que está siendo tan desagradable para ellos por la repercusión mediática que ha tenido.