Han pasado ya tres meses desde que Enrique Ponce confirmara públicamente que estaba enamorado de Ana Soria, una joven de 21 años con la que llevaba varios meses de relación y a quien quería mantener fuera del foco mediático. Desde ese momento, la pareja ha disfrutado al máximo de su amor, sin esconderse. Paseos por la playa, jornadas en alta mar... e incluso detalles en el albero nos han tenido pegados al día a día de este romance.
Enrique y Ana hacen oídos sordos al aluvión de críticas por la 'excesiva' exhibición de su amor. Hace unos días era el diestro quien compartía una instantánea en la que presumía de novia, una imagen tomada durante su primera escapada del otoño: "Tú haces que cada rincón se ilumine y cobre vida!", escribía.
Dejando al margen esta exaltación ya habitual de sus sentimientos, en la fotografía se hace muy evidente un cambio sustancial en el estilo de Ponce. El diestro, de 48 años, aparece con una moderna cazadora de cuero con tachuelas y grafitti, vaqueros, y unas zapatillas deportivas de color verde a juego con las de su pareja. Un estilo juvenil que le une aún más su cabe a Ana y muy diferente al que nos tenía acostumbrados durante su matrimonio con Paloma Cuevas en la que ambos mostraban su vertiente más elegante y sofisticada. ¿Con cuál se sentirá más cómodo? Lo desconocemos... pero está claro que Enrique se mimetiza a la perfección con sus parejas.
No hay divorcio
Aunque la separación entre Enrique y Paloma es un hecho, por el momento no se ha hecho efectivo. Tal y como publica Look, la empresaria está deseando que su todavía marido firme la separación acordada y así poder zanjar de una vez y por todas este capítulo tan doloroso de su vida. Mientras, Cuevas sigue con su vida tranquila en Madrid, volcada en el cuidado de sus dos hijas y al margen de cualquier tipo de polémica.