Jessica Bueno acaba de ingresar en el club de madres que se recuperar en un abrir y cerrar de ojos del embarazo. Ya sabéis, esa especie de mujeres que pierden los kilos ganados en los 9 mese de gestación con un pestañeo y que son capaces de quedarse más tonificadas incluso antes de dar a luz. A ella pertenecen ejemplares como Pilar Rubio, Amaia Salamanca o las modelos de Victoria’s Secret.
Puede que parezca que son de otro planeta pero lo cierto es que sus recuperaciones son de lo más terrenales. Muchas se aplican con el entrenamiento, otras con la alimentación, y también las hay que lo llevan en su código genético. Jessica parece que es una mezcla de todas ellas. Se está cuidando para volver a su peso de a.J (antes de Jotita), y además tiene un metabolismo veloz.
La sevillana ha subido a redes una foto de su vientre, en donde aún se observa su línea alba. “Morning🌟 poco a poco va desapareciendo ... #tattoosnaturales #lineaalba #latripillatbienvadesapareciendo #vaquedandomenos #casitresmesesdespues #postpartum”. Efectivamente, si no fuera por ese ‘tattoo natural’, como ella lo llama, pocos podrían sospechar que ha sido madre de manera reciente, ya que esa tripilla de la que habla es, prácticamente, inexistente.
Jessica ha vuelto a ser madre junto al futbolista Jota Peleteiro. La modelo ya tiene un hijo de su relación con Kiko Rivera, Francisquito, un niño que nació en 2012 y que se ha visto, de golpe, con dos nuevos hermanitos de la misma edad. Por un lado tiene a Irene, hija de su padre y nacida en diciembre, y por otro a Jotita, de su madre, que vino al mundo en febrero de este año. Pero con ellos ocurrirá un hecho curioso, aunque se lleve solo dos mesecitos, cuando les toque ir a clase, Irene siempre ira un curso adelantada, ya que nació (por poquitas) en 2015, mientras que el otro pequeño lo hizo en 2016.