Empresarios, de familia bien y muy religiosos: así han sido los novios de Tamara Falcó antes de Íñigo Onieva

La hija de Isabel Preysler comenzaba a salir con uno de los chicos de su pandilla de siempre. Era Alberto Comenge, hijo de Mariluz Barreiros y heredero de un imperio automovilístico. El romance se convirtió en la comidilla del momento y llenó de ilusión y felicidad tanto a los Comenge como a los Falcó-Preysler. Ambas familias conocían a los jóvenes a la perfección y esto siempre gusta.

Comenge había estudiado Derecho pero había encaminado su carrera hacia a la Fundación Barreiros, la empresa familiar dedicada a la promoción de la investigación en el terrero automovilístico. Los Barreiros había amasado una fortuna en el pasado precisamente en este campo, reconvirtiéndola posteriormente en una faceta más filantrópica. Pero no quedaba ahí la cosa. En su haber, también unas bodegas y una empresa de adiestramiento y cría de caballos, pues Comenge es un gran aficionado al polo. Dos pasiones que compartía con su entonces novia.

La relación duró poco. Algo más de un año hasta que emprendieron caminos por separado. Eran jóvenes y la vida les deparaba todavía muchas curvas y emociones.

Si apuntamos que el segundo apellido de Bartolomé Fierro es March todo cuadra de forma más sencilla. Perteneciente a la familia March, fundadores de la Banca March, este joven llegó a la vida de Tamara Falcó en una de las míticas fiestas ‘Flower Power’ en Ibiza. Cuando estas fiestas, claro, eran el centro de la ‘jet set’ y no había nadie que se las quisiese perder. Se enamoraron, aunque Tamara aseguró a la prensa del momento que eran solo amigos, y pasaron un verano juntos. Les pudimos ver tostándose al sol, despreocupados por el futuro.

Fierro pertenecía a una estirpe de banqueros, tanto por parte de padre como de madre. Criado entre empresarios, puso rumbo a Nueva York para comenzar a trabajar en la empresa de subastas Sotheby’s. En los últimos tiempos hemos visto como organizaba fiestas y cumpleaños a los que asistían celebrities de medio mundo. De las Preyslers, ni rastro. Hace mucho que dejaron de tener relación.

En 2018 pasaba por el altar el financiero Marco Noyer con la heredera estadounidense Bryna Butler. Porque en estas bodas y estos compromisos, ya se sabe, siempre hay herederos de por medio. El que fuese el novio de Tamara Falcó ocupaba de nuevo titulares debido al plantel de invitados que acudieron al enlace. Hacía mucho que Noyer había dejado de aparecer en titulares, tantos como años desde que rompió su relación con la hija de Isabel Preysler.

Marco y Tamara estuvieron juntos tres años y sonaron muchas campanas de boda. Muchísimas. Tantas que hasta la propia Tamara aseguró que no podían formalizar su matrimonio por la crisis económica que constreñía Europa entera. Lo cierto es que la distancia física entre los dos empezaba a pasar factura. Se conocieron cuando el financiero estudiaba en Madrid pero pronto sus compromisos familiares hicieron que regresase a Francia.

El noviazgo terminó, para lamento de todos, en 2009. Un primer revés sentimental que ponía a Tamara en el ojo del huracán. Como si no se pudiese estar igual de bien sola.

Nunca quedó muy claro si entre Tamara Falcó y Enrique Solís existió algo más que una amistad muy cercana. Al menos, ninguno de los dos habló de relación, ni de compromiso, ni nada que se le pareciese. El hijo de Carmen Tello y la hija de Isabel Preysler llevaban tiempo siendo amigos. Les habíamos podido ver juntos en varias ocasiones y, al final, tanta compañía hizo que se empezase a hablar de algo más. Lejos de desmentirlo de forma categórica, continuaron con su peculiar relación hasta que, de repente, dejó de existir.

Solís, perteneciente a una de las familias más conocidas de Sevilla, aprovechó el apellido y la posición no para centrarse en la prensa rosa, sino en el mundo de los negocios. Con 21 años fundó su primera empresa cuando todavía era un estudiante a caballo entre Nueva York y Madrid. La moda y el sector hotelero han sido los dos campos donde ha desarrollado, de forma principal, su actividad. Aunque también ha hecho sus pinitos en la compraventa de inmuebles.

Discreto, de férreas convicciones y siempre tratando de pasar desapercibido a pesar de su popular madre, las apariciones de Solís han sido contadas. Actualmente mantiene una relación con la modelo Alejandra Domínguez Gila.

Prácticamente ni llegamos a saber quién es. Iván Miranda Álvarez-Pickman mantuvo un breve romance con la hija de Isabel Preysler en 2019. Criado en La Morajela, con una estrecha relación familiar con los hermanos Falcó y un linaje que entronca con la aristocracia, la realidad vivida por Iván era muy similar a la que había pasado la propia Tamara. Familias similares, ambientes similares y educación muy parecida. Eso sí, Miranda había centrado su carrera en la biología.

La relación con Tamara duró poco. Les vimos juntos en alguna imagen y se llegó a afirmar que acompañó a la socialité hasta Doha para conocer a su sobrino, el hijo de Ana Boyer, pero poco más. Unos meses después, Falcó conocía a Íñigo Onieva y el resto, como el propio Iván, es historia.

El último en llegar ha sido Íñigo Onieva. El empresario aparecía en la vida de Tamara Falcó y todo cogía su ritmo. Presentaciones familiares, fotografías en sociedad y un anillo de compromiso que desataba la polémica. Luego llegaría el famoso vídeo con otra mujer, la ruptura y el nanosegundo en el metaverso. Nadie podía imaginar que el futuro les depararía una segunda oportunidad. La pareja volvía a retomar su relación y hasta hoy. Tamara e Íñigo se casan. Lo harán delante de sus familias y amigos y celebrarán un amor que les ha costado mucho. No ha sido fácil el camino pero han llegado.