Imposible no haber visto, a estas alturas, el discurso de Javier Calvo en los Premios Feroz al recoger su premio por La Llamada. Bueno, EL DISCURSO. Anoche, el actor, director y ahora, profesor de OT, consiguió que el público se arrancase en aplausos y los espectadores, desde casa, soltásemos alguna que otra lágrimita ante el enorme, valiente y esperanzador mensaje que quiso transmitir. Solo podemos ponernos en pie. ¡GRANDE!
Cuando Belén Rueda pronunció sus nombres sabíamos que algo iba a ocurrir. Siempre que aparecen Javier Calvo y Javier Ambrossi, los Javis, es lo que pasa. Actores, directores y, por si les faltaba algo, profesores de la Academia de OT, han conseguido posicionarse entre los rostros más populares. No hay nadie que no se quede pegado a sus andanzas. Anoche les echamos de menos durante la emisión de la última gala del talent pero, claro, tenían un buen motivo para ausentarse.
La Llamada, la película -antes obra de teatro- de los Javis, se llevó el premio a la mejor película de comedia o musical y, claro, aquello se convirtió en una fiesta. Junto al productor, Enrique Lavigne, y el elenco de la película, subieron al escenario para agradecer el galardón. Lo que ninguno imaginábamos era que terminaríamos la noche llorando a lágrima viva. Y la culpa la tuvo el impresionante discurso de Javi Calvo.
“Hoy tenemos la oportunidad de decir algo que, por lo menos, sea importante para nosotros”, comenzaba el director. “La Llamada habla del valor de ser tú mismo, de encontrar tu camino y pese a quien le pese, ser quién tú quieras ser”. La emoción comenzaba a pasar factura tanto a Calvo como a Ambrossi, que permanecía a lado de su pareja. “Yo soy gay”, dijo, de pronto, y el público estalló en risas.
“¿No me digas?”, bromeó Ambrossi. “¡Cariño, lo sabe todo el mundo!”. Pero Calvo continuó con su discurso. “Si alguien, algún niño, niña o persona me está mirando y tiene miedo, siente que está perdido, si siente que no le van a querer...”. El actor no pudo contener las lágrimas y paró unos segundos. “Que sepa que le van a querer, que va a encontrar su sitio y que va a cumplir su sueño”. Emoción en estado puro.
“Yo y él [refiriéndose a Ambrossi] vamos a escribirte historias para que tú te sientas inspirado”. Calvo acabó el discurso llorando y abrazándose a Ambrossi. Rápidamente, las palabras del actor se volvieron virales y el vídeo corrió como la pólvora por twitter. No es para menos. Ahora más que nunca necesitamos este empoderamiento, esa visibilidad, este luchar por una sociedad mejor. Todos somos responsables de conseguirlo.