Camilo Sesto siempre ha sido un hombre de lo más coqueto. Lo era cuando triunfaba con aquello de “vivir así es morir de amor” en los setenta, y lo sigue siendo ahora a sus 69 años, tal y como pudimos ver hace unos meses en 'Qué tiempo tan feliz'. El artista ha reaparecido en el programa de MªTeresa Campos y lo hizo luciendo un 'nuevo rostro'.
Sesto ha cuidado toda su vida su imagen y lo sigue haciendo ahora. Y si para mantenerse con la apariencia de un chiquillo tiene que tumbarse sobre la camilla del cirujano, él lo hace y asunto cerrado. Vamos, Camilo, reconócelo, no pasa nada. En tu apariencia hay truco. ¿Pero qué es? ¿Son los labios? ¿Los pómulos, tal vez? ¿Los ojos? Este no es nuestro ‘Jesucristo Superstar’. Nos lo han cambiado. Se ha cambiado.
Y todo es por lo mismo, porque el artista es un coquetón de los de manual. Pero no es el único, no creáis. Otros hombres, al igual que él, también han recurrido a los retoques estéticos en busca del físico ansiado. Ahí lanzamos algunos nombres, Julio Iglesias, Sylvester Stallone, Miguel Bosé, Mickey Rourke… cada uno en mayor o menor medida se ha hecho lo suyo, aunque no todos ellos se muestran abiertos a hablar del tema. No son como Mario Vaquerizo, siempre sincero y dispuesto a alabar las bondades de un buen cirujano plástico que acabe con los complejos de uno.
El marido de Alaska ha confesado en numerosas ocasiones que se tumbó por primera vez en la camilla quirúrgica para hacerse una liposucción cuando solo tenía 28 años. Deseaba quitarse tripa, porque, según él, “siempre andaba metiéndola”. Entonces, ya que había que poner anestesia, Mario aprovechó para hacerse otros dos retoques, se quitó papada y se eliminó las bolas de Bichat, en la boca, para conseguir un rostro más afilado.
Vaquerizo, tan extremo en todo, le comentó a su cirujano de cabecera en su reality que deseaba tener menos caderas y que se le marcara la mandíbula de manera constante sin tener él que apretarla. Suerte que el médico le quitó tales ideas impracticables de la cabeza, porque si no nos quedamos sin ‘Marito’. Si es que a la hora de pasar por el bisturí lo más importante es contar con un especialista que sepa pararte los pies. Algo que según veremos en nuestra galería no siempre es así.
Los últimos en formar parte del club de los operados, son Kiko Matamoros (lo último ha sido hasta un injerto en las cejas), Flavio Briatore (que se ha puesto la cara de otro), Brad Pitt (que se ha planchado sus encantadoras arrugas) o Tom Cruise (con el rostro hinchado, ¿quizás porque se lo han rellenado?).