Elena Rodríguez está decidida a ser feliz y para ello tiene que soltar todos esos lastres que la retienen en el pasado. La curva secreta de la vida de Adara removió todo el sufrimiento que le llevó hacerse cargo de sus dos hijos sola, una decisión que le marcó para siempre no solo a ella sino también a Adara y Aitor. "Cuando una mujer se separa con una niña de 1 añito y embarazada de otro y decide seguir adelante hay que ser fuerte. Hoy por hoy si me pasara me olvidaría de trabajar tanto, de tener la casa tan limpia, de la pensión y disfrutaría más de ellos, les daría más amor y más besitos... Me equivoqué".
Este jueves, Elena Rodríguez se ha despedido para siempre de la casa en la que vivió los mejores y peores momentos junto a sus hijos pero tal y como ella ha confesado públicamente "era necesario". Con un nudo en la garganta, la madre de Adara ha observado por última vez el que ha sido su hogar durante más de 25 años: "No puedo dejar de llorar pero tenía que hacerlo", ha confesado.
"Me niego a no avanzar, a no sentir, a no hacer lo que me hace feliz, a no tener ilusión. A mis 49 años me siento más viva que nunca", confesaba a la vez ilusionada por esta nueva etapa que está a punto de comenzar. "Adiós y gracias", ha escrito segundos antes de cerrar la puerta para siempre no solo de su casa sino también de su pasado. "Continua evolucionando, aprendiendo, descubriendo y no te encierres en costumbres que aniquilan tu mente...".
Desconocemos los detalles del que será el nuevo hogar de Elena aunque estamos seguros de que se instalará cerca de sus hijos a los que a pesar de las idas y venidas está muy unida.