Es el primer hijo deElena Furiasey el primer nieto de Lolita, así que las Flores están con el bebé que se lo comen. Como suele pasar en todas las familias, cada logro del chiquitín es toda una hazaña para él y todo un motivo de orgullo para sus padres y sus abuelos.
Noah nació el 12 de octubre del año pasado, así que está a punto de cumplir los once meses. Lo normal es que un bebé comience a dar sus primeros pasos sobre un año de vida, aunque algunos se dan más prisa que otros sin que eso presuponga ni un adelanto ni un retraso en el desarrollo del pequeño. Eso sí, antes de que se lancen a descubrir el mundo a dos patas, los niños comienzan a moverse a toda velocidad cuando gatean y, después, con ayuda, empiezan a dar sus primeros pasos.
En esta etapa tan hermosa, divertida y, todo hay que decirlo, agotadora para los padres, se encuentra ahora Noah y Elena Furiase no puede estar más orgullosa. "En estos días de familia, amigos, brisa y risa, olas, arena, música y levante mi niño gatea por el mundo, un mundo visto desde abajo, a su velocidad que no es poca, como un cachorrito, o así lo veo yo, que soy su mamá loba", explica la actriz en su Instagram.
Pero no solo gatea. Así describe Elena cómo Noah trata de ponerse de pie. "Mi pequeño intenta erguirse, lo consigue, tal y como hizo el ser humano durante su evolución, el cachorrito se agarra a lo que pueda, observa, tantea y allá va con toda la fuerza de sus pequeños músculitos... y de pie!!! Descubrió que con algo de ayuda hasta da pasos rápidos y con decisión, con una sonrisa y grititos de alegría...".
La familia está aún en la playa disfrutando de lo que queda de verano. El feliz papá, Gonzalo Sierra, es un apasionado del mar y avezado surfero. Y Noah parece que quiere seguir sus pasos. "Se lanza al mar, a nuestro océano, al que por cierto debemos proteger, sin ningún tipo de miedo o reparo, le gusta la arena, y cuándo toca un árbol sonríe... en eso es igualito a su padre...", escribe Elena.
En estos días de familia, amigos, brisa y risa, olas, arena, música y levante mi niño gatea por el mundo, un mundo visto desde abajo, a su velocidad que no es poca,como un cachorrito, o así lo veo yo, que soy su mamá loba; como decía, mi pequeño intenta erguirse, lo consigue, tal y como hizo el ser humano durante su evolución, el cachorrito se agarra a lo que pueda, observa, tantea y allá va con toda la fuerza de sus pequeños músculitos... y de pie!!! Descubrió que con algo de ayuda hasta da pasos rápidos y con decisión, con una sonrisa y grititos de alegría.. Se lanza al mar, a nuestro océano, al que por cierto debemos proteger,sin ningún tipo de miedo o reparo, le gusta la arena, y cuándo toca un árbol sonríe... en eso es igualito a su padre... Y a nuestras almas no le caben más alegría Agosto te acabas, al verano aún le queda un rato...
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