Un emocionado Chris O'Neill ha esperado a su futura mujer, la princesa Magdalena de Suecia, al pie del altar de la capilla del palacio real de Drottningholm, el hogar de la infancia de la princesa sueca. Magdalena ha llegado del brazo de su padre, el rey Carlos Gustavo, luciendo un precioso vestido de cuerpo ajustado con parte superior de organza con encaje de chantilly y una falda de vuelo rematada por una cola de cuatro metros, un hermoso vestido diseñado por el modisto Valentino, quien se encontraba entre los asistentes a la ceremonia religiosa.
Mientras el novio rompía en llanto, la novia Magdalena aguantaba la emoción, en una estampa idéntica a la que ya pudimos ver en la boda de su hermana mayor, la princesa Victoria, que tuvo que consolar a su marido Daniel.
Los votos nupciales han sido bilingües, mientras que el novio ha sellado su compromiso con un 'I will', en su inglés materno, la princesa ha respondido en su propia lengua, sueco: "Ja".
La nota pop de la ceremonia ha corrido a cargo de la cantante de Roxette, Marie Fredriksson, recuperada por completo del tumor cerebral del que fue intervenida hace algunos años, y que ha entonado una canción que ha dado aún más emoción al momento.
El protagonismo de los novios ha estado a punto de quedar eclipsado por la pequeña princesa Estelle, que ha ocupado un trono a su medida en primera fila sentada entre sus padres, la princesa Victoria y Daniel, y ha atraído toda la atención de las cámaras allí presentes.