“El príncipe Friso ha fallecido hoy lunes debido a complicaciones en el daño cerebral causado por la deficiencia de oxígeno en su accidente de esquí el 17 de febrero de 2012 en Lech, Austria”, dice el escueto comunicado emitido poco después de las 3 de la tarde por la oficina de comunicación del gobierno holandés.
En la misma nota, el gobierno dice que la familia real agradece la excelente dedicación y atención que la salud de Friso ha merecido.
Johan Friso de Orange era el segundo hijo de la Reina Beatriz y el príncipe Claus. Sus hermanos son el rey Guilermo Alejandro y el príncipe Constantino. Nació el 25 de septiembre de 1968 en Utretch. Tenía, pues, 44 años. Desde los 30 vivía en Londres, donde trabajó en el banco de inversión Goldman Sachs. Antes de dedicarse a las finanzas, Friso había estudiado ingeniería aeroespacial y trabajado en esa industria en Rotterdam.
Friso se casó en abril de 2004 con Mabel Wisse Smit. Su compromiso, conocido un año antes, causó un notable escándalo por la relación anterior de Mabel (que ayer mismo cumplió 45 años) con un mafioso condenado por tráfico de drogas. El Parlamento no dio el consentimiento a la boda y Friso, enamorado de Mabel, renunció a sus derechos dinásticos y se casó. La decisión no tuvo consecuencias directas porque la princesa Máxima ya había tenido por entonces a su primera hija, que antecedia a Friso en la sucesión.
Mabel y Friso han tenido dos hijas, Luana (8) y Zaria (7).
El fatal accidente que ha acabado con su vida se produjo durante las vacaciones de invierno que toda la familia real holandesa acostumbra a pasar esquiando en Lech (Austria). Fue el 17 de febrero del año pasado, cuando Friso y un amigo de la infancia salieron a practicar esquí de fondo fuera de pista. Un gran alud los sepultó. Friso estuvo 50 minutos sin suficiente oxígeno y esto le causó una lesión cerebral que ha resultado irreversible. Su madre, la reina Beatriz quedó muy afectada y llegó a decirse que la tragedia influyó en su decisión de abdicar, que se produjo un año después, el 30 de abril pasado.
Durante más de un año Friso ha estado ingresado en una unidad de cuidados intensivos en el hospital Wellington, de Londres, ciudad donde vivía con Mabel y sus hijas, y finalmente el pasado mes de julio fue traslaado a Holanda. Ya se dijo entonces que la decisión era el preámbulo del final defictivo de su larga agonía.
El primer ministro Mark Rutte, expresó en nombre del pueblo holandés, su pesar y condolencia a la viuda Mabel y a sus hijas, “que deben ahora seguir adelante si su esposo y padre”. Después se refirió con simpatía a su madre, Beatriz (ahora princesa) y a los reyes. “ Que un hijo muera es lo peor que puede pasarle a una madre”, dijo el primer ministro. “Para la princesa Beatriz la pérdida es indescriptiblemente grande. El rey Guilermo Alejandro, la reina Máxima y el príncipe Constantino y la princesa Laurentien (su esposa) pierden un hermano que significaba mucho para ellos".