Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Aunque pudiera parecer que todos los modelos desean dar el paso que los convierta en actores, hay algunos que no. Que están tan encantados con sus vidas como maniquíes que no quieren oír hablar de guiones ni de rodajes. Aunque eso suponga rechazar ser Christian Grey para la gran pantalla.
Esto le ocurrió al modelo británico David Gandy, de 34 años y uno de los hombres más sexys del panorama. Y fijaros que decimos hombre, que no ‘chico’, porque con Gandy hemos vuelto a los antiguos cánones de belleza masculina, esos en los que estaban de moda los caballeros al estilo de actores como Gregory Peck o Cary Grant, no la belleza andrógina y algo femenina que primó en las pasarelas a principios de los 2000. Y Con David regresó EL hombre.
El atractivo de Gandy es tal que las productoras pronto empezaron a llamar a su puerta. Primero fue un papelito en la segunda parte de ‘300’, ‘300: El origen de un imperio’, después, un personaje en ‘Hércules’, junto a otra modelo, Irina Shayk, y Dwayne Johnson. A todos les dijo lo mismo: no. Todos habrían sido roles por los que no habría pasado a la historia del cine, pero la pregunta surgió cuando los responsables de ’50 Sombras de Grey’ comenzaron a barajar su nombre como un posible Grey. Y a ellos, siguiendo con su política de trabajo, también los dejó con un palmo de narices. El modelo rechazó el papel por el que tantos otros habrían matado.
“¿Era lo correcto para mi? Creo que no. No parecía lo adecuado de ninguna forma, y algo dentro de mí me dijo que rechazara el papel. (...) Soy un privilegiado. Trabajo en lo que me gusta, y no tengo la necesidad de actuar”, ha confesado a la revista Square Mile.
El británico prefiere centrarse en otra de sus nuevas facetas: la de diseñador. Sí, aquí donde le vemos, este bombón de apolíneas medidas también parece tener talento para el diseño, especialmente para el que tiene que ver con sus partes privadas. Y es que Gandy es co-diseñador de una colección de calzoncillos para la cadena Mark’s & Spencer, de la que, como no podía ser de otra manera, además es imagen. Y por si esta aventura en la moda fuera poco, ahora, además, también es empresario, ya que acaba de comprar la compañía David Preston, especializada en calzado masculino. Tan ilusionado está con este proyecto que desea crear todo un estilo de vida en torno a la firma, perfilando así al hombre ideal en el que le gustaría ver sus zapatos.