El fichaje fallido de De Gea trunca sus planes de futuro con Edurne

Querían empezar a vivir juntos en Madrid, dónde Edurne tiene distintos proyectos laborales

De Gea y Edurne no podrán vivir juntos en Madrid

Que David De Gea sería hoy jugador del Real Madrid era un secreto a voces. Tan solo era cuestión de tiempo, de perfilar algunos detalles y realizar la firma correspondiente. El triste desenlace de la 'Operación De Gea' es considerado como surrealista en la mayoría de los periódicos nacionales e internacionales. Todo parecía que iba a terminar en buen puerto, con David De Gea en Madrid junto a su pareja Edurne y con la marcha de Keylor Navas a Inglaterra para completar el trueque de jugadores con el Manchester United, pero inexplicablemente, lo que parecía un mero trámite, se truncó. Las negociaciones se ralentizaron en la discusión de algunos detalles del contraro de Navas con el United, y una vez cerrado se prosiguió al envío de la documentación. El caso es que aunque el Real Madrid alega que el Manchester mandó la documentación dentro del plazo (concretamente a un minuto del cierre del mercado, a las 23:59), la Liga de Fútbol Profesional (LFP) afirmó que los papeles no llegaron hasta las 00:28 minutos, y con el mercado cerrado, lo que confirmaba que David De Gea no podía fichar por el club blanco.

De Gea se lamenta

A David De Gea se le frustraron todos los planes cuando su fichaje parecía hecho.

Y ahora... ¿en que afecta esto a la pareja?

Con la negativa del fichaje se hacían realidad los peores temores de Edurne y David: no podrán vivir juntos en Madrid. No cabe duda que la noticia debió ser un mazazo para los dos, sabemos que David deseaba con todas sus fuerzas que se cerrase el fichaje para poder vivir junto a su pareja y no renunciar a sus proyectos en la capital. Y es que Edurne, además de sus compromisos y futuros trabajos, participará en un 'talentshow' junto a Santi Millán en Telecinco. Todo hace pensar que la pareja seguirá con su relación a distancia, puesto que el portero se verá obligado a regresar a Inglaterra para incorporarse al trabajo en un club en el que su situación es algo más que incomoda, y estará bajo las órdenes de un entrenador al que no le tiembla el pulso y que no dudó en señalarlo semanas atrás.