Estamos deshechos. Sonia Monroy nos ha mentido. Nos ha mentido a nosotros y a sus fans (que ya no entramos en si son muchos o pocos). Monroy hizo creer a todo el mundo que la expulsaban de la alfombra roja de los Oscar por “ir demasiado sexy” con un vestido hecho por ella misma con cuerpo de encaje transparente rojo y una falda con la bandera de España.
Sonia ideó el montaje perfecto. Según desveló ‘Sálvame’, la actriz estuvo el sábado fotografiándose en la ‘red carpet’ mientras los operarios que trabajaban a contrarreloj para que el día de la ceremonia (el domingo) todo estuviera perfecto. Así que nuestra Sex Bomb preferida se plantó en pleno Paseo de la Fama, con su bandera por vestido y se hizo todos los selfies habidos y por haber (siempre estudiando bien la inclinación del móvil y vigilando para que el encuadre no revelara de más). El caso es que, en lugar de colgar al instante las fotos de su ocurrencia, lo que hizo fue esperar al día D. El domingo 22 Monroy comenzaba a tuitear como si estuviera en plena alfombra roja.
Todo parecía indicar que había cumplido el sueño americano, pero no (de momento). Qué dolor en el corazón. Todo se trataba de una farsa. Una farsa muy bien montada, también hay que decirlo. Pero Sonia no pensó en todos los que estábamos compungidos por ella, que dimos un grito sordo al enterarnos de que la habían expulsado de la alfombra roja. ¡De que no podría codearse con Eddie, Julianne y Lupita! Estábamos destrozados, pensando en cómo se había roto en mil pedazos la oportunidad de la Sex Bomb de entablar relación con Bradley Cooper, conocer al cazatalentos que le ofreciera el papel de su vida y que fuera la nueva Pé. Y ella jugándonosla. Si ya estábamos al borde de la depresión por tu expulsión, esta traición nos ha calado hondo…