Carlos Lozano tuvo un ‘rollete’ con Yola

La veinteañera lleva mal que su actual compañera de equipo en ‘Supervivientes’ y su chico mantuvieran un breve romance

carla yola

Vamos a ponernos por un momento en la piel de Miriam Saavedra. A esos 23 años, inocente, un pelín insegura (eso es algo intrínseco a la edad) y enamorada viva. Y ahora que nos digan que vamos a estar en un reality, dejados de la mano de Dios y en una playa con una examante de nuestra actual pareja. ¿Qué tal lo llevaríais vosotros? Pues puede que no fuera plato de gusto para muchos, así que Miriam lo digiere como puede.

Esa examante es Yola Berrocal. Un ser blanco, de luz, maravilloso. Y, aunque ella no pensaba contar nada de su pasado amoroso a su compañera,  esta ya sabía toda la historia, así que a la de los labios carnosos no le quedó otra que afirmar. Berrocal quitó importancia, le dijo a Miriam que era la mujer de la vida de Carlos, que la amaba con todas sus fuerzas, que le pidió expresamente que la cuidara y que ella y el presentador habían sido amigos desde hace 20 años. Que no tenía que preocuparse por nada. De verdad, no podemos querer más a Yola. Qué comprensión, qué ternura y qué saber escoger las palabras correctas. Después se la tachará de frívola, cuando ella es una mujer empática, educadísima y de fácil convivencia.

Le ha hecho ver que lo suyo no fue más que un escarceo entre amigos, un rollete que tienes con alguien con el que estás cómodo. Y también ha querido que comprendiera que lo que ahora eñ tiene con la peruana es algo único y que jamás había experimentado.

El ‘affaire’ tuvo lugar hace 2 años, cuando Carlos y Miriam aún no se conocían. Yola, para poner humor, hasta llegó a decir: “igual el muchacho tuvo un mal día”.

A Miriam le diríamos que no pensara en el pasado de Carlos, que él, al contar 53 años, tiene que tener experiencias como para parar un tren, así que lo mejor es poner el contador a cero y que solo se interese por la historia actual, la que vive con ella. Todo lo demás es pasado, y el pasado no importa.

Y a Yola decirle que si no existiera, habría que inventarla.

Miriam y yola